Dembelé en un partido con el Barça / FCB

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Culemaníacos

Ousmane Dembelé, una semana sin equipo y un último regate por dar

Las noticias apuntan a una inminente firma por parte del jugador tras llegar a un acuerdo económico

11 julio, 2022 13:16

No se sabe quién trata de acobardar a quién. El contrato de Ousmane Dembélé pareció llegar a su fin la semana pasada y el silencio que mediaba entre el club y el jugador no dejaba claro qué parte está dispuesta a prescindir de la otra. El asunto, que va camino de trascender lo telenovelesco, tiene eco incluso en las casas de apuestas, donde los pronósticos, ya este sábado, tendian a perfilar un escenario de concordia en el que prima la continuidad del extremo galo.

Regates de última hora

Con idéntica soltura en ambas piernas, el regate del francés siempre resulta imprevisible. No es sencillo adivinar el lado por el que tiene previsto salir, una constante de juego que también traslada a su carácter como persona. Es ahora, una vez convertido en agente libre, cuando el misterio y la calma tensa vuelven a rodear su figura: hasta hace poco nadie sabía qué tenía pensado hacer con su futuro más inmediato. Sus últimas declaraciones públicas, las que hizo en su coche hace un par de meses, esperando el disparo verde del semáforo, cuando un espontáneo le preguntó por su posible salida al Chelsea: En el Barça soy feliz, dijo el extremo.

Teniendo como referencia la trayectoria de indisciplina que el exazulgrana acumuló en el Rennes y en el Borussia, no deja de asombrar la apariencia de joven obediente que está transmitiendo en los últimos años. Todo apunta a que no quiere desligarse del Barcelona, pero el principal escollo, el económico, parece cerrarse entre los 10 y 12 millones de euros. Si bien es cierto que el club no puede permitirse las cifras que exigía Dembélé, el valor de mercado que a día de hoy registra el futbolista ha disminuido considerablemente después de que media liga inglesa le haya dado largas. Así pues, la escasez puede ser el punto que termine uniendo a los dos actores.

El desencuentro entre el representante del francés, Sissoko, y la entidad blaugrana parecía hasta hace poco incuestionable. Tanto el uno como la otra ansían que la diferencias los terminen separando definitivamente. La directiva parecía tener claro que, después un lustro de contrato, 135 millones de traspaso y una carrera deportiva especialmente irregular, había llegado el momento de decir adiós. La primera señal de despedida partió del club, cuando a principios de año invitó al jugador a salir del equipo. En esta línea de rechazo parecían moverse también en las oficinas del Camp Nou, donde la prioridad pasaba por firmar el fichaje de Raphina y no por trazar una nueva estrategia para persuadir a Dembélé.

El apoyo del entrenador

No obstante, el empeño de Xavi Hernández parece ser la pieza para el último gesto de acercamiento por parte de la directiva, teniendo en cuenta además que hay reciprocidad entre el técnico de Tarrasa y el bueno de Ousmane. Se trata de una apuesta de sobra conocida en el banquillo, y es que ya ocurrió lo mismo con Ronald Koeman, Quique Setién y Ernesto Valverde. A la hora de decidir, los tres antepusieron la capacidad de desborde del francés, casi sin sopesar su falta de talento en eso de generar buenas decisiones ofensivas. Esto último ha sido tan determinante que a día de hoy se recuerdan más sus errores que sus aciertos.

Uno de los objetivos de Xavi para la temporada entrante es conseguir con Dembélé lo mismo que Carlo Ancelotti ha logrado hacer con Vinicius. El técnico entiende que todavía es posible reconducir al jugador, explotar sus habilidades y hacer que vaya ganando regularidad durante la pretemporada. Para el catalán, se trata de una prioridad frente a la lista de fichajes que maneja actualmente el club, y es que en esa posición no existe un jugador en el equipo que pueda ofrecer tanto desequilibrio en ataque. Con estas coordenadas sobre el mapa, no queda muy claro cuál de las dos partes teme más afrontar la vida sin la otra. A Sissoko le había parecido sonrojante la propuesta económica del Barcelona: un nuevo contrato que reduce el salario del delantero a la mitad y que incluye un millón y medio de euros en variables. El mutismo, durante días instaurado en esta relación, a la espera de que el agente mueva la siguiente ficha y todo concluya de una vez por todas, parece haber tocado a su fin.

El romance futbolístico que ha surgido en los últimos meses entre Xavi y Dembélé ha dado sus frutos en el terreno de juego. Si bien es cierto que Ousmane no ha brillado precisamente por su olfato goleador, cabe recordar que durante el curso anterior llegó a firmar trece asistencias, además de consolidar la dupla tan efectiva que forma con Aubameyang, su pareja de baile perfecta. No obstante, si todo prospera, como parece indicar las últimas noticias, habrá que cruzar los dedos para que las lesiones no vuelvan a aparecer. Un amor aparentemente imposible que parece a punto de fructificar.

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