Primero fue Raphinha y ahora es Joao Félix quien ha desafiado a Xavi Hernández públicamente. Y lo ha hecho en una entrevista para Catalunya Ràdio, asegurando que la mejora del equipo no tiene nada que ver con el efecto positivo que el de Terrassa certificó que había conseguido cuando oficializó su marcha para este mes de junio.
 
"Creo que fue pura coincidencia. Lo que estamos haciendo después de decir que se iba es lo mismo que hacíamos antes. La misma forma de jugar, los mismos entrenamientos. Antes, los equipos iban a nuestra portería y con un tiro nos metían dos goles. Ahora estamos mejor, es una cuestión de fútbol". Estas han sido las declaraciones exactas que contradicen la teoría de Xavi por parte de un Joao que también ha aprovechado para llorar un poco y ha pedido tener más minutos de juego.
De todo ello, una primera gran reflexión es la incomprensión que me vuelve a suscitar que se permita, desde dentro del propio club, dar altavoces a ciertos jugadores que restan, en lugar de sumar, a la previa de un partido de Champions tan importante. Ahora con el PSG y, en su momento, contra el Nápoles con el protagonismo insólito de Frenkie de Jong.
Espero que la entrevista de Oriol Romeu de este martes en RAC1 sea más placentera. Los periodistas buscamos información y aspectos novedosos, pero no entiendo que, al otro lado de la trinchera, no puedan ser capaces de marcar mejor los tempos en beneficio de todo el equipo. Evitar distraer las miradas hacia otro lado que no sea el partido de mañana es una absurdidad absoluta.
Pero todo ello me hace reflexionar en el poder que han ido cogiendo los jugadores en el mundo del fútbol. En los últimos cinco, máximo diez años, se ha pensado que esto es como jugar al tenis o correr MotoGP. Si vamos al detalle, todos los deportes se ganan de forma colectiva, pero hay una cierta individualidad en algunos que no la pueden tener otros, como el fútbol o también el baloncesto.
Me parece increíble que un jugador decida marcharse y operarse en Qatar, como hizo en su momento Umtiti. Me parece increíble que un jugador pueda negociar un formato como la Supercopa de España, como lo hizo en su momento Gerard Piqué. Me parece increíble que un jugador pueda anunciar si se marcha de un club o no a través de un documental, como lo hizo en su momento Griezmann. Y me parece increíble que un club no pueda taparle la boca a ciertos personajes que, encima de no ser decisivos en el terreno de juego, ponen en riesgo la estabilidad y la concentración de grupo si lanzan ciertas declaraciones en la previa de grandes partidos.
En resumen, esto se nos ha ido de las manos y ya no somos únicamente los periodistas que vemos cómo nos torean.