Una foto de María León ante Ada Hegerberg durante la final de la Women's Champoions League / EFE

Una foto de María León ante Ada Hegerberg durante la final de la Women's Champoions League / EFE

Culemaníacos

El Barça cae con orgullo ante un Olympique de Lyon histórico

Las francesas cumplen con las expectativas y ganan su cuarta Champions League consecutiva ante un Barça que no renunció al estilo

18 mayo, 2019 19:49

Un sueño cumplido sin premio. El Barça tendrá que volver a empezar desde casi cero la temporada que viene para destronar a las que son, sin duda, las reinas de Europa. El Olympique de Lyon era el favorito y cumplió con el cartel. Goleada ante un Barça (4-1) nervioso y endeble los primeros minutos que pusieron en bandeja una final a un equipo que no perdonó las ocasiones que tuvo.  

Son superiores y hay que admitirlo. Por presupuesto y por nivel deportivo. El Lyon era el favorito y no defraudó a su hinchada para conseguir un nuevo hito histórico que ahora ni tan solo iguala ningún equipo masculino; cuatro Champions consecutivas. Esta última a merced de un Barça que no renunció al estilo y que pese a creer en un estilo de juego innegociable sufrió en exceso en defensa ante la presencia de Ada Hegerberg y Van de Sanden. Una pesadilla constante para la zaga azulgrana que acabó con la esperanza azulgrana a los pocos minutos de juego.

La experiencia

90 minutos para creer, pero la experiencia es siempre un punto a favor. Un factor extradeportivo que el Lyon usó como arma arrojadiza ante las chicas de Luis Cortés. Sonó el pitido inicial, y el Barça tuvo la primera. Erró Duggan en el minuto dos con la certeza de tener otra oportunidad, pero el Lyon apareció para aguar la fiesta. 

Los nervios y la fragilidad ofensiva pusieron la final de cara para el Lyon antes de tiempo. Un error defensivo regaló el primer tanto del encuentro a Marozsan que batió a Sandra Paños tras una salida en falso. Primer contratiempo que puso cuesta arriba una final que ya se antojaba difícil. 

Mucho poderío físico, peor poco juego. El Lyuon no tuvo que combinar ni hacer gala de su superioridad. La banda derecha fue una mina de oro --como siempre-- con Van de Sanden. Leila ni llegó,  y María León sufrió en exceso en la cobertura ante semejante velocidad. De ahí arrancó todo el juego lyonnaise y de allí llegaron todos los tantos. 

Superadas

El Lyon quería el récord histórico y apretó para ello. Con el gol en contra el Barça continuó con el guión establecido. Pausa, posesión y tranquilidad en busca de la oportunidad correcta. Pero con Martens recibiendo en zona de tres cuartos, con Mariona muy exigida en trabajo defensivo y Duggan sola ante dos semejantes portentos físicos como Bronze y Renard, la presencia ofensiva menguó. 

Una foto de Ada Hegerberg y Shanice van de Sanden celebrando el cuarto gol de la delantera / EFE

Una foto de Ada Hegerberg y Shanice van de Sanden celebrando el cuarto gol de la delantera / EFE

Una foto de Ada Hegerberg y Shanice van de Sanden celebrando el cuarto gol de la delantera / EFE

Y llegó el segundo de la tarde obra de Hegerberg quien sin oposición alguna remató a placer. La Copa se tiño por segundos de blanco, un año más, y el Barça se relajó. Demostró mejor juego combinativo y Cortés hizo honor a sus palabras: "No renunciaremos al estilo". Toque y más toque pero poca pegada arriba. Bouhaddi apenas intervino en todo el encuentro. Alexia tuvo el 3-1 en su cabeza, pero el remate, sola, se marchó fuera por poco.   

La sentencia

Sin bajar los brazos, pero con la ilusión desvaneciéndose, llegó el tercero en apenas tres minutos. Repitió Ada Hegerberg para sentenciar el trofeo. Tres tantos en apenas 20 minutos que auguraban 70 minutos eternos. Pero en una final que más da. Se trataba de ganar, pero sobre todo de disfrutar. Un resultado suficientemente holgado que no fue suficiente para el Lyon. Hegerberg cerró su hat-trick en el minuto treinta y se acabó el partido. Entonces, se trató de jugar, demostrar y dar la cara por el escudo. Y lo hicieron, pese al resultado final.

Una foto de Alexia Putellas durante la final de la Women's Champions League / EFE

Una foto de Alexia Putellas durante la final de la Women's Champions League / EFE

Una foto de Alexia Putellas durante la final de la Women's Champions League / EFE

La segunda parte fue más de lo mismo. El Lyon buscó la manita y el Barça, consciente de la imposibilidad de remontar, se soltó. Mejoró en juego, en salida de balón, pero con el mismo final de siempre. Sin ver portería. La defensa sufrió, peor el Lyon no jugó al 100% consciente de que la Copa ya era suya y la insistencia azulgrana tuvo premio. El gol del orgullo para maquillar un resultado abultado en el estreno de un equipo nivel que entró en la historia en Budapest. 

Oshoala, que entró por Duggan en el último tramo de partido, anotó el 4-1 definitivo en el 88 para levantar a los más de 2.000 aficionados azulgranas desplazados hasta la capital húngara. Derrota dolorosa por la ilusión puesta en esta final, pero las chicas son subcampeonas de Europa. Un hito histórico impensable hace meses atrás que certifica el crecimiento del fútbol femenino. El Lyon fue mejor y el Barça empezó su andadura europea ante el mejor. No se puede pedir más de estas chicas: subcampeonas.