Una foto de los jugadores del Barça B celebrando un gol ante el Nàstic / FCB

Una foto de los jugadores del Barça B celebrando un gol ante el Nàstic / FCB

Culemaníacos

La cláusula que marcó el futuro del Barça B con los fichajes

Pese a la infinidad de ofertas que tentaron a jugadores del filial, el club catalán solo cedió a las obligaciones estipuladas por contrato

4 septiembre, 2019 18:30

El Barça B ya está confeccionado. Los chicos de García Pimienta iniciaron hace dos semanas la Liga en Segunda División B con un objetivo claro: conseguir ascender a Segunda o, al menos, finalizar en puestos de play-off para poder disputar la fase de ascenso e intentar recuperar la plaza en la categoría de plata del fútbol español. Pero con la temporada recién iniciada, y en quinta posición con cuatro puntos, el Barça B contará con casi las mismas caras de la temporada pasada, al menos, las de aquellos jugadores que son considerados en eje del equipo y futuros candidatos a llegar al primer equipo.

Tras un primer año difícil en Segunda B, los azulgranas cuentan con un año más de experiencia para afrontar una temporada larga en la que algunos tendrán que compaginar el filial con el primer equipo. Riqui Puig liderará la medular, Abel Ruiz la ofensiva y Chumi la defensa. Tres rostros muy conocidos, entre otros, que pese a las ofertas que tuvieron sobre la mesa para abandonar la entidad fueron totalmente rechazadas por el club catalán. Una decisión que se tomó por dos razones: la primera y más importante, su papel determinante en el esquema de García Pimienta para intentar cumplir los objetivos, y el segundo, su participación asegurada en el primer equipo.

Salidas fijadas por contrato

Tal y como ha podido saber este medio, Riqui Puig, Collado, Chumi, Abel Ruiz y otros jugadores del B tuvieron ofertas muy tentadoras para abandonar la capital catalana. El centrocampista tuvo una oferta en firme sobre la bocina del Utrecht, mientras que el zaguero pudo salir cedido al Deportivo. El punta tuvo ofertas del Valencia, Betis, Sevilla o el Espanyol, Pero ninguno aceptó. El Barça B continuará con el mismo proyecto aunque dos ausencias muy sonadas: Oriol Busquets y Juan Miranda. 

El capitán del B la temporada pasada y el lateral izquierdo tenían estipulado en sus contratos su salida del club catalán como cedidos si esta temporada 2019-20 no formaban parte del primer equipo. Busquets jugará en cedido en el Twente y el lateral en el Schalke 04. Una salida que se da por contrato, pero que a la vez les promete tener un gran protagonismo en sus nuevos equipos para acabar de formarse y poder volver a la entidad catalana como futbolistas de élite. 

La secretaría deportiva aceptó esas dos salidas por obligación contractual y porque en los clubs de destino se les aseguraba disputar muchos minutos. Una situación que no se contemplaba en los contratos de otros jugadores que seguirán de azulgrana y que tendrán que ganarse un sitio en el primer equipo a través de sus logros en el filial. Abidal y Planes, junto a García Pimienta, confeccionaron la plantilla del B bajo contrato, pero también con la mente puesta en la proyección y las necesidades del equipo. Se quedan porque serán importantes no solo en el estadio Johan Cruyff, sino también en el Camp Nou.

La cantera

Con el filial cerrado, también el resto de equipos de la cantera han quedado confeccionados. Los fichajes también han estado muy presentes este verano en categorías inferiores, especialmente en el Juvenil A de Víctor Valdés, donde se ha recurrido a futbolistas formados fuera de La Masía para reforzar al equipo que deberá competir por la Youth League y la Liga. Una situación que ha generado mucho debate y que ahora podría agudizarse con una de sus estrellas.

La llegada del delantero inglés Louie Barry, y de otros tantos, puso en duda la apuesta por la cantera. Pese a su enorme proyección y ser una de las perlas del fútbol inglés, la inversión por el futbolista saldrá más cara de lo previsto. Según informó el Daily Express, la entidad azulgrana todavía tiene pendiente el pago de 235.000 libras por el futbolista, tal y como estipula la FIFA para jugadores menores de 16 años. Un pago que todavía no se ha hecho efectivo y por el que el West Brom está dispuesto a llevar el caso a la insitución mundial.

Otras obligaciones contractuales a las que, de momento, no ha correspondido la entidad.