Una foto de las capitanas de los equipos de Primera División en una reunión de la AFE / AFE

Una foto de las capitanas de los equipos de Primera División en una reunión de la AFE / AFE

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El fútbol femenino amenaza con ir a la huelga

Las distintas reuniones entre la AFE, la ACFF y la UGT han concluido hasta ahora sin acuerdo y amenazan con poner en jaque la competición regular

11 octubre, 2019 01:38

El fútbol femenino está a la espera, y lleva así un año, de que todos los componentes que rigen este deporte y sus leyes lleguen a un acuerdo para defender la igualdad de derechos. Un año de reuniones, encuentros y propuestas para determinar y dar forma a un convenio colectivo que por fin pueda poner sobre la mesa condiciones igualitarias para las futbolistas profesionales que viven y ejercen esta profesión, ser deportistas de élite.

Tras 17 reuniones, dos de ellas en el CSD y otra en un órgano oficial de arbitraje, las capitanas de los 16 equipos que militan en la Liga Iberdrola y que representan al colectivo todavía no han recibido el visto bueno para dar forma a un documento oficial que satisfaga sus exigencias.

Los sindicatos implicados --la Primera Iberdrola, AFE y Futbolistas ON--, se citarán en las próximas semanas con UGT, también en el meollo, y con la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) en una reunión que podría ser decisiva: o se llega a un consenso o podría haber huelga general inmediata. Es decir, las futbolistas se negarían a continuar disputando los encuentros de Primera División como reclamo y denuncia pública a las condiciones que viven en sus respectivos clubs.

Bien es cierto que jugadoras del FC Barcelona o el Atlético de Madrid --con sueldos más elevados-- tienen mayor margen de maniobra a efectos personales, pero todas se han mostrado solidarias por la lucha de los derechos de todo el fútbol femenino profesional.

La lucha por los derechos del colectivo

El 11 de septiembre se celebró en la sede de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) una reunión con las capitanas de Primera División para abordar diferentes cuestiones, empezando por ese convenio colectivo. Un encuentro en el que se les informó de cómo avanzan las negociaciones de un acuerdo que consideran tiene que entrar en vigor esta misma temporada. Una reunión que dejó buenas sensaciones, pero que todavía está lejos de cuajar en el papel. 

En dicho encuentro, se sondeó la posibilidad de que las jugadores con mayor reclamo publicitario y mediáticamente de mayor influencia, realizaran algún gesto público para denunciar la situación que viven. Algo que todavía no se ha dado, pero que gana enteros antes de llegar a la huelga. Y es que el pasado 26 de septiembre, las negociaciones volvieron a fracasar. AFE, Futbolistas ON, UGT y Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) fueron incapaces de llegar a un acuerdo para fijar un salario mínimo y unas condiciones profesionales que estipulen vacaciones, cotización a la seguridad social, permisos por embarazo, etc.

Una foto de las jugadoras del Barça celebrando el gol de Jenni Hermoso ante el Atlético de Madrid / FCB

Una foto de las jugadoras del Barça celebrando el gol de Jenni Hermoso ante el Atlético de Madrid / FCB

Una foto de las jugadoras del Barça celebrando el gol de Jenni Hermoso ante el Atlético de Madrid / FCB

La enésima reunión, desde que se pusiera en marcha el proyecto en octubre de 2018, y que apenas ha avanzado desde su punto de partida. El punto de mayor conflicto lo capitaliza el salario mínimo. La ACFF, que representa a 13 de los 16 clubs de Primera, --no incluye a Athletic, Barça y Tacon-- propuso aumentar el sueldo un 15%, es decir, hasta los 14.000 euros brutos por media jornada laboral. Una propuesta que la AFE pide que se eleve al 75%hasta 17.000 euros, y una prima a la firma del convenio de 800 euros para aquellas jugadoras que la pasada temporada percibieran menos de esa cantidad.

El último escándalo

Y con ese escenario, este pasado 8 de octubre se debía celebrar otra cita clave entre la patronal y los sindicatos en la sede de la UGT. La Asociación solicitó la suspensión del encuentro, por motivos de agenda. Un desplante que ya protagonizó en septiembre por una reunión con la Federación. La tensión aumenta y el acuerdo no llega. La guerra tiene muchos bandos, pero solo un perjudicado: las jugadoras. El conflicto del fútbol español, con la RFEF y LaLiga enfrentadas por unos intereses económicos que no responden a los de las futbolistas, las verdaderas protagonistas y impulsoras de este deporte.

Algunos alegan que el fútbol femenino todavía no da los beneficios económicos que permitan firmar un convenio como el que se solicita, pero de los 16 equipos de Primera, solo cuatro no cuentan con instituciones representadas en la Primera División masculina, y por tanto, con menor músculo financiero. Casos como el Madrid CFF, la UDG Tenerife Egatesa, el Sporting de Huelva y el EDF Logroño.

Otra guerra paralela

A esta situacion, se suma otra guerra inesperada que también tiene como víctima al deporte y su difusión entre los espectadores. La lucha entre la RFEF, la Liga y Mediapro, por los derechos de emisión, solo tiene un posible final: que se adjudiquen todos los derechos a un mismo comprador o que se permite en algunos casos emitir los partidos a los clubs que gestionan su propia imagen, como es el caso del FC Barcelona.

Una pugna que el club catalán ya está viviendo en primera persona. En este sentido el FC Barcelona se encuentra en los tribunales por haber emitido en directo a través de Barça TV el clásico femenino que se disputó en el estadio Johan Cruyff el pasado 20 de septiembre. Una cuestión que  provocó la denuncia inmediata de Mediapro y la emisión de una cautelar, pero que el club pasó por alto. 

Ahora, y ya con el caso en manos de la justicia, parece que el club catalán podría ganar la batalla a Jaume Roures después de que la jueza que instruía el caso, del Juzgado de Primera Instancia número 47 de Barcelona, haya trasladado el asunto a los juzgados mercantiles, y no civiles.