"Jugamos con uno menos", "vete ya por favor" o los palos a Luis Suárez

Luis Suárez volvió a su peor versión. Sorprendió al Camp Nou en su regreso ante el Valencia con dos golazos y un juego veloz y ágil para meterse de nuevo a la afición en el bolsillo. Dos goles que tras el tropiezo en Granada y su naufragio ante el Villarreal --pese a la victoria del equipo-- son pasado para muchos. 

Suárez volvió a defraudar a un Camp Nou que examina jornada a jornada a sus ídolos. Es una leyenda del barcelonismo, pero ya no goza de la impunidad de temporadas anteriores. Sin rendimiento, no hay compasión y la afición le mandó la primera advertencia pública. En el estadio y también en las redes sociales. 

Perdió todos los balones que tocó, convencido en que el regate es su fuerte cuando su virtud es definir. Se hizo un lío constante y apenas tuvo ocasiones de ventaja. Ni le dejaron ni se ayudó a sí mismo. Fueras de juego, controles defectuosos en los que perdió la ventaja inicial y muy poca presencia en el área. Por no hablar de la falta de inspiración de cara a portería. Tuvo pocas pero las desaprovechó. Y con semejante performance, la afición le reprochó con silbidos.

El blanco 

Algunos se atrevieron como pocas veces a reprocharle su actuación y Valverde acabó sustituyéndole en el 78. Sin gol, sin asistencia y sin buen juego, el uruguayo fue el blanco de muchos aficionados en las redes sociales.  Su sequía en Champions preocupa, pero también ahora en Liga.

Piqué le defendió públicamente: "Entiendo que la afición tenga su opinión con Luis Suárez, pagan su entrada para disfrutar y si no lo hacen pueden decirlo, pero los jugadores somos personas, no podemos estar al 100% todos los partidos, no le daría más importancia a esos pitos". Valverde también tuvo palabras de apoyo para el urguayo y recordó su reciente lesión, la hinchada culé no dio tregua. 

Un sinfín de comentarios y muy pocos positivos que le convertieron en tendencia. El Pistolero estuvo desaparecido. Segundo partido consecutivo desenchufado. Un lujo que no puede permitirse si pretende mantener su sitio en el once tal y como viene la competencia directa.