Joan Laporta ha vuelto a la que fue su casa durante siete años por la puerta grande. Con un victoria por goleada, con más de 30.000 votos y un 54% del total a su favor. Aunque, también hay que decirlo, lo ha logrado exhibiendo un estilo de juego un poco amarrategui: evitó los debates todo lo que pudo pese a las críticas de sus rivales. Eso sí, cuando se produjeron, pasó al ataque y fue muy contundente. Sobre todo, con Víctor Font

La estrategia de Laporta no ha tenido mucho misterio, pero ha salido a pedir de boca. Un anuncio tardío tras varios meses de generar intriga, como le gusta. Un golpe de efecto con una lona frente al Bernabéu. Un mensaje moderado para no asustar a los que en el pasado le dejaron de lado. Y una buena dosis de paciencia durante estos tres meses de campaña donde se ha sabido rodear de un buen equipo de personas y de profesionales. 

Tenía la victoria atada y supo jugar el sistema idóneo para no dejarla escapar. No hubo ni amago de remontada por parte de los contricantes. Y por fin vuelve al Barça, más de 10 años después (3.920 días), con el objetivo de recuperar un eslogan que se hizo viral en su momento: "¡Al loro, que no estamos tan mal!". 

Si bien Laporta ha sido demoledor contra la gestión de Bartomeu, últimamente su discurso ha empezado a virar hacia un mensaje de optimismo: la situación es complicada, pero nada que no pueda superar un club como el Barça. "Lo hicimos en 2003 y lo volveremos a hacer", es una de las frases que más ha repetido el abogado durante la campaña. 

Y aunque llega con cierta polémica --el mismo día de las votaciones se viralizó un vídeo en redes donde Laporta hace un comentario a una joven de 30 años que ha encendido al feminismo a tan solo unas horas del día de la mujer--, la felicidad del nuevo presidente era tal tras ser proclamado ganador que todo el lío parece haber quedado en agua de borrajas. Buena señal, al nuevo Barça le conviene empezar de la mejor manera posible. Y en ese sentido fue un ejemplo de deportividad la postura de Víctor Font y Toni Freixa felicitando al adversario y fotografiándose unidos: no solo gana Laporta, también gana el Barça. 

Bentornat Jan. Però porta't bé, que t'estarem vigilant!