El pasado fin de semana, ¿qué se votó exactamente? Lo pregunto porque, aunque lo sabemos, debe explicarse para qué servirá exactamente el Espai Barça. La directiva Elena Fort matizó en RAC1 que el referéndum se hizo para dar paso a una inyección millonaria al club. El proyecto, como tal, ya se votó con la anterior junta directiva. El diseño todavía está por ver, pero ya os avanzo que hay cambios que presentarán un grave problema para una parte, importante, de los abonados que acuden al Camp Nou.

El nuevo proyecto no ha sido aprobado por los socios pero prevé cargarse la tercera gradería y, de este modo, desaparecerán como mínimo 16 filas. Pero esto no es todo. También se quiere añadir dos pisos de palcos VIP entre la segunda y tercera gradería y esto multiplica la altura unos metros que obstaculizan otras partes: visibilidad más lejana del césped y pérdida de ciertos puntos.

Algunos socios ya han mostrado su desacuerdo en algunas reuniones y lamentan que la directiva de Laporta no dé una respuesta. Tampoco descartan emprender acciones del tipo que sean. En el anterior artículo dije que el nuevo Camp Nou pretende ser la nueva Disneylandia de Barcelona, pero ¿qué precio deberán pagar los socios? ¿O es que ya no importan tanto porque son una parte económica cada vez menos representativa? Valores.