El Barça cumplió contra el Elche. Ganó con la gorra, jugando a medio gas, reservando Xavi a algunos titulares y con algunos destellos de calidad de Pedri, Lewandowski y Memphis. La temprana expulsión de Verdú (minuto14) fue un golpe demasiado duro para su rival, en horas bajas. Muy bajas.

 

Xavi, fiel a su modelo, continuó con las rotaciones. En la defensa rescató a Balde y en ataque se la jugó con Memphis, pero fue en el centro del campo donde hizo más retoques. Frenkie de Jong jugó de mediocentro y Kessié hizo de Gavi. O quiso hacer de Gavi.

Kessié llegó al Barça con la carta de libertad. Es un futbolista de mucho recorrido, ideal para complementar a futbolistas más técnicos como Pedri y Frenkie de Jong. Es una versión moderna de Seydou Keita, pero todavía chirría en algunas acciones.

Excesivamente impetuoso, Keita pudo ser expulsado contra el Elche. Juega mucho con los codos y le perdonaron la expulsión. En el descanso, Xavi optó por dar entrada a Gavi y reservar al centrocampista de Costa de Marfil.

Xavi también parece tener claro que prefiere a Koundé antes que a Sergi Roberto y Bellerín como lateral derecho. Pero en defensa el equipo es mucho más solvente que hace un año porque es el mismo Lewandowski quien inicia la presión, bien secundado por un Dembelé que parece otro futbolista.

En ataque, Xavi tiene claro que los titulares son Lewandowski, Dembelé y Raphinha. Memphis está en un estado de forma óptimo, mientras que Ferran Torres necesita calmar su ansiedad. Más sorprendente, y preocupante, es el escaso protagonismo que está teniendo Ansu Fati. El técnico del Barça no quiere arriesgar con el delantero, que sigue sin tener buenas sensaciones tras su grave lesión de rodilla y los problemas musculares de la pasada temporada. Y este problema no es uno cualquiera. Y Xavi lo sabe. No será fácil gestionarlo. Como tampoco será fácil endurecer el carácter del equipo en Europa para evitar nuevos disgustos.