Increíble, pero cierto. Parecía algo imposible y pese a que su ausencia en el podio se conoció días atrás, sucedió como en las cosas más banales de la vida. Si no lo veo, no lo creo; y lo vi.

Allí, sentados esperando oír al finalista, Modric y Griezzman y una foto de Cristiano que decidió ausentarse conocedor del resultado. Todos vestidos de guante en blanco, acapararon los focos de una gala que año tras año parece más un circo que una entregada de premios.

Año de Mundial, año de retos y otra vez la albiceleste de Messi cayó. Pero, ¿y la Portugal de Cristiano? ¿Y la Croacia de Modric? Subcampeona, pero ahora el 10 blanco no da pie con bola. También fue Messi subcampeón del mundo en 2014 y Cristiano le quito el trofeo. El único presente con justificación --vistas las votaciones y si es que el Mundial prevalece por encima de todo-- fue Griezmann, pero tampoco es para tanto.

Los datos

Se proclamó campeón del mundo pasando de puntillas por Rusia. Protagonista de los focos en las penas máximas –de las que es responsable en el Atlético y la selección gala—y poco más se le recuerda. Cuatro goles y tres asistencias y con el rayo de Mbappé comiéndole la tostada a sus 19 años.

A nivel de clubes ganó la Europa League y Cristiano y Modric la Champions. ¿Y Messi? Argentina se estrelló en Rusia frente a Francia, pero con el Barça, su escenario predilecto dado como está el panorama en la selección sudamericana, tampoco valió de mucho para el conjunto de individuos que conforman la federación internacional de periodistas que eligieron a los tres finalistas.

Campeón de la liga española a 14 puntos del segundo –el Atlético de Madrid—y con el título en el bolsillo a cuatro jornadas de acabar el campeonato. Campeón de la Copa del Rey frente al Sevilla (5 a 0) en un espectáculo de fútbol. Bota de Oro con 37 goles en solo 34 encuentros, superando a Salah y Cristiano Ronaldo, ganador de su quinto trofeo Pichichi, tras proclamarse el máximo anotador de la Liga y también galardonado con el premio Di Stéfano, al mejor jugador de la temporada pasada y jugador más desequilibrante de todo el planeta.

Pero a Messi siempre le piden más. Es un marciano que ha convertido lo extraterrestre en humano, lo imposible en realidad y lo inalcanzable en algo habitual ante los ojos más vulgares. Con año de Mundial y derrotado en octavos muchos entienden su ausencia. Pero cabe recordar que el Mundial son siete partidos –si se llega a la final—y la Champions otros 13. 

Ausencia sonada

Modric es un gran futbolista, pero en la mesa de Messi solo come él. El croata justificó su premio por su trayectoria deportiva, pero para eso existen otros galardones. Messi es siempre el mejor. Conectado o no al partido siempre aparece. Es desequilibrante, goleador, generador de juego e incluso si se le antoja defensa. 

Del Bosque, Ernesto Valverde, Herny, Steven Gerard, jugadores del Barça y centenares de figuras del mundo del fútbol se sorprendieron al ver su nombre fuera del podio. Este lunes es quinto tras un año más de jugadas para enmarcar y goles imposibles. Enhorabuena al ganador, pero la vara de medir ha cambiado ostensiblemente con el paso de los años para esos mismos periodistas que votaron en 2013 y votan hoy. En fin, una parodia con más marketing e intereses económicos que verdades absolutas.