Los Veterans del Barça es el ente que desde 1959 desarrolla todas las actividades de aquellos jugadores exblaugranas que desean mantener un lazo con el club a través de encuentros, conferencias e incluso debates constructivos con la directiva. La institucionalización de ellos confluye en la Agrupació Barça Jugadors y la finalidad es una cuestión puramente sentimental.

La transformación de esta finalidad se ha dado en los últimos tiempos con el nacimiento de los Barça Legends: exjugadores, mayoritariamente más jóvenes que los de la Agrupació, que buscan un rédito económico y de distracción justo cuando todavía anhelan la pelota que tocaban hace pocos años. En este ente, los sentimientos dan paso al dinero y el objetivo es sacarse un buen sueldo y que el ego con el que han crecido los futbolistas más contemporáneos pueda relucir.

Con los Legends, el club cierra un acuerdo en que intercambian representatividad por remuneración. Así tenemos a Rivaldo, Ronaldinho, Giuly, Edmilson, Vitor Baía, Juan Carlos, Kluivert, Abidal, Bakero... La última tendencia de muchos de ellos es dar un pasito más y ocupar cargos técnicos y de dirección. Véase el camino que han tomado los tres últimos citados, por poner algun ejemplo.

El chollo empieza a ser conocido por todos: estar bien pagado a cambio de disputar un amistoso de vez en cuando en un país exótico, a veces incluso en estados no democráticos de África que atentan los valores del club, o filmar un breve vídeo dando apoyo a algún evento culé. Y en ese corrillo generado, el colectivo cada vez es más grande y las dimensiones empiezan a ser insostenibles y cuestionables. El último en pedir subirse al tren es un Samuel Eto'o, cuyos proyectos deportivos han sido una ruina: necesita cash y volver a la primera escena mediática. De ahí que últimamente lo veamos rondando la ciudad y alguna redacción.

Otro caso paradigmático ha sido el de Víctor Valdés, también Barça Legend y brevemente entrenador del Juvenil A. Más allá de su final y las razones del exguardameta confrontadas con las de la directiva, es incuestionable que se le dio este cargo porque así lo pidió y lo necesitaba por su estabilidad económica... Que hace demasiados años que se tambalea. El resultado ha sido una marcha cantada y hecha de la peor manera posible.

Debe haber un replanteamiento serio y urgente del futuro de estos exjugadores: por un lado pensar si es útil y rentable el modelo Barça Legends y, por el otro, la necesidad de dar cargos a personas que con una pelota en los pies eran brillantes pero en otras facetas son un gran interrogante. Eso es como tener hijos: te haces mayor, marchas de casa y cuando vuelves no puedes pretender tener todavía intacta la habitación y tu cama de 1,80.