Hay una frase del admirado Johan Cruyff que reveló Andoni Zubizarreta un día en una reunión con unos amigos. Zubi era un portero de manos y de área pequeña, no de pies ni de los que acababan de líbero. Cruyff le dijo que jugara fuera del área y el bueno de Zubi preguntó: “¿Míster, y si me meten un gol desde lejos?”.

Hábil, como siempre fue con las respuestas, Cruyff respondió: “Te giras y aplaudes porque te habrán metido un gol de puta madre”.

El Betis metió cuatro goles en el Camp Nou, pero ninguno de ellos puede definirse con las palabras de Johan. Pero lo que sí mereció el Betis en el Camp Nou fue una ovación por la exhibición que dio de fútbol control en el templo del amo y señor de ese tipo de juego. Algunos dirán que el Barça jugó muy mal, otros comentarán que careció de intensidad en la primera parte, y no faltarán los que opinen que Vidal tenía que haber jugado desde el principio, y, por supuesto, habrá quien dilapide a la defensa y pida la desaparición de Sergio Roberto de lateral derecho.

Joaquín celebra su gol con el Betis ante el Barça en el Camp Nou / EFE

Joaquín celebra su gol con el Betis ante el Barça en el Camp Nou / EFE

Joaquín celebra su gol con el Betis ante el Barça en el Camp Nou / EFE

Pero prefiero quedarme con el alto nivel de fútbol que practicó el Betis. Tanto de presión alta con lo que cortocircuitó la salida jugando de la defensa azulgrana como la de achique de espacios, que llamaría Menotti. Y especialmente destaco la gran calidad de sus excelentes jugadores y la efectiva conducción de su entrenador Quique Setién. Cuando un rival te da un revolcón como el que dio el Betis al Barça en el Camp Nou habría que girarse y aplaudir a sus jugadores. Prefiero quedarme con eso que con echar pestes de una defensa que en Milán ante el Inter solo encajó un gol y en el último minuto de partido, y que venía defendiéndose bien. Posiblemente los fallos podrían encontrarse en la labor de contención que tenían que ejercer los centrocampistas y Malcom, y no se hizo.

Cuando un equipo pierde, siempre procuramos ver sus errores y obviamos las virtudes del adversario. Ningún rival había exhibido el nivel de calidad que ha dado el Betis este domingo. Todo un Beticazo ante el padre del tiki-taka.