Uno de los grandes retos del nuevo Barça de Xavi Hernández es sanear la enfermería. Hasta doce lesionados, con distintos grados y actitudes: desde un Gerard Piqué que no se cuida y se marcha a Madrid para presentar su Copa Davis, pasando por un Pedri o un Sergi Roberto con problemas en los cuádriceps; y terminando con un Ansu Fati que el problema que arrastra ya desde una operación no satisfactoria y con complicaciones inesperadas, lo convierte en un jugador intermitente pese a su rabiosa juventud.

Una manera de frenar este problema es entrenando, recuperando los buenos hábitos como convocar los entrenos de mañana y no de tarde al estilo Koeman y ganarse la convocatoria a base de dar buen ejemplo y disciplina en la Ciudad Deportiva. Por este lado, Xavi ya ha declarado sus intenciones. Vamos a la otra: la 100% médica.

Xavi tiene buena memoria y recuerda quién lo recondujo de una lesión grave que sufrió de jugador: el Doctor Ricard Pruna. Después de su etapa en los Emiratos Árabes Unidos, desde Dubai, ha hecho las maletas para volver y ganarse un reconocimiento que no se le dio con su marcha. Al otro lado, quedan otros perfiles médicos, cuestionados indirectamente por todos los problemas y lesiones que hemos venido citando.

La figura de Ramon Canal, jefe de los servicios médicos desde 2006, es cuestión de horas que termine su aventura en el club. Y él será uno de los daños colaterales, igual que ya se ha visto con Juanjo Brau, fisioterapeuta hasta ahora del primer equipo. Tanto Canal como Brau no encajan en el proyecto de Pruna y si deben haber nuevos líderes, estos deben poner aquellas personas en las que confíen y, en el pasado, hayan encajado trabajando y no les hayan dado problemas. No es el caso de estos dos.