“¿Conviene el fútbol a la mujer?”. Con este llamativo y polémico titular encabezó la atleta francesa Jeanne Brulé una reivindicación en El Mundo Deportivo (18 de marzo de 1920) a favor de que las mujeres practicaran deporte en general y balompié en particular pese a los “prejuicios arraigados de los padres, comentarios de los periodistas, en suma, toda la presión diaria que se sufre por hábito y costumbre y que se complace en criticar cuanto uno decide hacer, condenando de antemano sin tomarse la molestia de estudiar”.

En esa opinión, Brulé reflejaba una sociedad machista, en la que la mujer, el “sexo débil”, dependía del hombre, y en la que si alguna se atrevía a practicar algún deporte –no digamos el fútbol– mostraba cuanto menos signos de masculinidad. “Hoy se pregunta la gente si la constitución femenina puede permitir el esfuerzo deportivo de una o dos horas a la semana”, escribió, mientras suplicaba “amablemente” a los críticos que reservaran sus consejos para sus “camaradas hombres”. Toda una declaración de intenciones.

Mucho se comentó durante años que el deporte –y el fútbol en concreto– deformaba lo que entonces se imponía que debía ser la silueta femenina, y a ello también respondía Brulé: “Hasta ahora, puedo aseguraros que, contra vuestro supuesto, nuestro organismo no sufre lo más mínimo con los choques que le imponemos voluntariamente”. Es decir, ni “arrugas” ni un “desarrollo anormal de los tobillos” ni nada por el estilo. “¿Sobre qué sujeto habéis estudiado?”, se preguntaba con sorna e indignación en su artículo a dos columnas.

A pesar de todo, la atleta, que no dejó de lado la ironía en ninguna frase, agradeció el “buen reclamo” que se hacía a los deportes femeninos con la crítica. “Tal vez algún día volveréis de vuestro error”, concluyó. Ese día ha llegado. Y el mejor reflejo es el partido de la Women’s Champions League que enfrenta este miércoles al Barcelona –actual campeón– y al Real Madrid en la vuelta de los cuartos de final de la competición. “El Camp Nou estará lleno”, anunció el club azulgrana hace ya unas semanas. No hay billetes.

Las mujeres llevan muchos años jugando al fútbol, tal vez el deporte que más se les ha negado, pero nunca habían vivido un momento como el actual, de profesionalización y visibilidad. Será que ahora empieza a dar dinero. En todo caso, el Barça es uno de los clubes que más están apostando por esta sección, como demuestra el triplete del pasado año o el hecho de que este partido contra el Madrid se juegue en el Camp Nou –será la segunda vez que lo haga–. Disfrutemos del momento, vayamos al estadio y nunca olvidemos que Alexia Putellas es la primera española que gana el Balón de Oro.