El coronavirus ha superado todas las expectactivas generadas inicialmente en España. Aquella infección contagiosa que supuestamente era menos que una gripe ha puesto el país patas arriba. Ha obligado a Pedro Sánchez, cuya mujer no se ha librado del contagio, a decretar el Estado de Alarma. Ha forzado a los cuerpos de seguridad a salir a las calles para reprimir a los insolidarios que no se quieren quedar en su casa. Y a nivel deportivo ha servido para suspender la Liga, la Champions y la mala racha que atravesaban Barça y Real Madrid. El club que preside Josep María Bartomeu también encuentra en el coronavirus un motivo más para posponer la consulta sobre el Espai Barça

La cruda realidad se puede contrastar en la hemeroteca. Los socios del Barça aprobaron en un referéndum celebrado el 5 de abril de 2014 la construcción del nuevo Camp Nou inmerso en un proyecto bautizado como Espai Barça. La financiación consistía en 600 millones de euros --200 de los title rights, 200 de deuda bancaria y 200 de recursos propios-- y la fecha de finalización de las obras estaba prevista para 2021, es decir, el año que viene. 

Casi seis años después de aquella votación, y tras el concurso que en 2016 ganó un despacho arquitectónico japonés que se ha borrado del mapa, la finalización del Espai Barça se ha ido retrasando paulatinamente en el tiempo: 2022, 2023 y, a priori finalmente, 2024. El modelo de financiación también se ha reformulado y ahora el club negocia un acuerdo con Goldman Sachs y la banca por 815 millones de euros (700 millones de obras y 115 millones de intereses). 

Para aprobar este nuevo sistema de pagos, el club tenía previsto hacer una asamblea extraordinaria de compromisarios que también se va aplazando cada poco. En un primer momento se había previsto para diciembre de 2019; luego se pospuso internamente al 16 de febrero de 2020; posteriormente se puso sobre la mesa el 22 de marzo; y, en última instancia, se concluyó que en lugar de hacer una asamblea se convocaría un nuevo referéndum. 

Ahora, en plena crisis del coronavirus, y con los partidos de Liga temporalmente suspendidos --y con la posibilidad de que Tebas suspenda definitivamente la competición--, cabe la posibilidad de que no se lleve a cabo esa votación en lo que resta de temporada. El Covid-19 es el último aliado para alargar la votación sobre el Espai Barça y, probablemente, unas obras que, visto lo visto, podrían quedar en suspenso hasta que se vote a la nueva junta directiva del Barça en verano de 2021. Y nos vamos a 2025 con el mismo Camp Nou que se cae a cachos...