Tras la gran exhibición en Wembley  llovieron los elogios sobre Ernesto Valverde por considerar que había hecho la alineación ideal, el equipo que supuestamente todo el barcelonismo deseaba, pero principalmente por la aparición del brasileño Arthur. Para muchos el técnico del Barça había encontrado la panacea a todos los problemas que había tenido el equipo en este principio de temporada. Y con Arthur en el campo, ya no habría rival que nos parara.

En Mestalla, Valverde repitió alineación con el único cambio de Vermaelen por Lenglet. Y mantuvo a Arthur. El equipo jugó bien, dominó, tuvo la posesión, pero no pasó del empate, y sumó tres puntos de los últimos 12 posibles. Seguramente las críticas no serán tan bondadosas con Valverde esta vez. Pero la gran verdad es que en el fútbol no existen verdades absolutas.

No es lo mismo jugar contra un potente equipo inglés, como el Tottenham, que hacerlo en la Liga contra un Valencia, Leganés, Girona  o Athletic Club. Y puede que el Barça funcione mejor con Arthur en Wembley, pero contra el Valencia tenga un rendimiento inferior. Y no es Arthur el culpable como tampoco era la pócima para vencer al Tottenham, donde para mi fueron más decisivos Rakitic, Coutinho y Alba, e indiscutiblemente Leo Messi.

Mal de muchos consuelo de tontos, dice el refrán. Pero no hay más remedio que consolarse con lo que está pasando. Si la sequía goleadora de Luis Suárez es alarmante por la necesidad que tiene el equipo de sus goles, la del Real Madrid, que lleva cuatro partidos sin marcar, es todavía mayor.

Y si echamos una mirada a la clasificación de las grandes ligas europeas con siete u ocho jornadas disputadas se descubre que salvo el Juventus en Italia, el PSV en Holanda y el PSG en Francia ningún otro equipo ha sumado 8 de 8. En la Premier hay tres equipos, entre ellos el ManCity, con 20 puntos en el primer puesto; y en la Bundesliga, el Dortmund tiene 17, y el Bayern está a 4 puntos.

O sea que tranquilidad. Como decía el gran Johan, nadie gana la Liga en octubre. Después del parón liguero vienen tres partidos que pondrán a prueba el verdadero potencial de este Barça: Sevilla, Inter y Madrid.