El Kun Agüero, Èric García, Emerson y Depay. El Barça ya ha incorporado cuatro jugadores por nueve millones de euros, pero su gran problema radica en la operación salida, totalmente encallada por las fichas astronómicas de muchos futbolistas en horas bajas. De momento, solo está bien encarrilada la venta de Todibo.

El drama real del Barça tiene muchos nombres: Coutinho y Umtiti son los más sonrojantes. Pero no los únicos. El salario de Pjanic es otro lastre muy pesado. Su salida del club será muy complicada. Amortizar sus fichajes, imposible. Habrá que buscar fórmulas ingeniosas, pactos impensables para maquillar unas cuentas que chirrían de mala manera.

La renovación de Messi, con el consiguiente ahorro salarial, será la mejor noticia para el Barça, que actualmente tiene más de 30 futbolistas en nómina. Laporta también tendrá que hacer malabares y, posiblemente, tendrá que sacrificar alguna pieza importante, ya sea Jordi Alba o Griezmann. Necesita dinero. Sí o sí. Con los hipotéticos traspasos de Neto, Junior y Braithwaite no basta.

Y mientras se activan operaciones de todo tipo, los ofrecimientos al Barça se multiplican, ya sean de futbolistas consagrados o jóvenes promesas en un verano que se prevé muy intenso.

El Barça de fútbol necesita una sacudida de campeonato para regenerarse. Las secciones están mejor, pero sufrirán las consecuencias de una crisis económica histórica. En el fútbol sala habrá muchos cambios y el balonmano ha cambiado lo que funcionaba en una apuesta de alto riesgo, solo explicable por los odios personales de muchos años. ¿Y el baloncesto? Esta es la gran incógnita. El equipo necesita pocos cambios y la mejor noticia, por triste que sea, puede ser la marcha de Bolmaro a la NBA a cambio de 1,5 millones de euros. Ver para creer.