El FC Barcelona ha aprobado el nombramiento del directivo número 14. Con tantas bajas, un poco de aire fresco siempre se agradece, aunque Jaume Carreter hace años que va ligado al club. De entrada es una persona que puede ser de consenso entre rivalidades sanas dentro de la Junta. Ha trabajado en los últimos tiempos codo con codo con el vicepresidente Jordi Cardoner en temas de representatividad de peñas y actos de equipos inferiores del club. Pero a la vez cuenta con la confianza y el aval del presidente Josep Maria Bartomeu.

Otra cosa es su papel en el primer equipo de fútbol y el fútbol estríctamente. Es un enamorado del hockey, de hecho ha sido vicepresidente del Club de Hockey de Cerdanyola desde el año 2014 hasta hace poco más de medio año. También es un apasionado de las triatlones, maratones y actividades individuales que fomentan la práctica del deporte al aire libre. Pero, las cosas son así. Siguiendo la línea de Bartomeu, no esperemos que pueda representar el perfil clásico de apasionado de la pelota, porque no es así. A la contra, debe aplaudirse el fomento de los deportes minoritarios y especialmente del femenino del Barça.

Carreter sí tiene un perfil para ser un buen delfín en el terreno económico.  Socio fundador y director general de Grup Sisquella, especializada en la gestión empresarial de empresas, desde su patrimonio a seguros y seguridad jurídica. En su cartera está el Centro Metalúrgico de Sabadell, el ayuntamiento de Sant Cugat e importantes concesionarios.

Carreter, hasta ahora miembro de la comisión social y coordinador del deporte amateur en FCB, podría ser el hombre que se convirtiera en el candidato continuista. Tiene un buen currículum y cuenta con los apoyos de sus compañeros. Estos directivos no quieren saber nada de Víctor Font, que tiene a Jaume Roures detrás. En paralelo, Joan Laporta deberá estudiar bien qué quiere hacer ya que si tiene otro chasco, fracasará definitivamente.