Joan Laporta no perdona ni olvida y reproduce la misma escabechina que aplicó Sandro Rosell en 2010 cuando sustituyó al abogado barcelonés como presidente del Barça. Laporta, excusándose en motivos económicos, arrasa con los ejecutivos y empleados más afines a los expresidentes Rosell y Bartomeu, sin medir sus méritos profesionales y dilapidando el carisma de figuras históricas y profesionales de éxito como David Barrufet, Xavi Pascual o Nacho Rodríguez.

El fútbol base del Barça también ha sido víctima de la política de tierra quemada de Laporta. Cuestionable es el despido de García Pimienta, un técnico de gran prestigio en las categorías inferiores del club, y mucho más la apuesta por Sergi Barjuan, un técnico de poco recorrido y éxitos escasos.

Más cruel ha sido el despido de David Barrufet, quien ya debía imaginarse lo peor cuando Laporta ganó las elecciones. Su asesor, Enric Masip, siempre se las tuvo con el mítico portero del dream team del Barça de balonmano. A Pasqual, en cambio, parece que se lo ha cargado Valero Rivera, el técnico que situó al Barça en la cima tras ganar seis Champions, cinco de ellas consecutivas.

En los años 90, el Barça lo ganaba todo, pero sus jugadores estaban enfrentados. No era un duelo menor. Entre ellos había mucha tensión. Masip era el gran amigo de Mateo Garralda en la misma medida que Barrufet congeniaba con Urdangarin y Fernando Barbeito, el otro gran sacrificado de la sección de balonmano. Las peleas de entonces explican la movida actual. Pascual, mientras, apunta a Valero, con quien no se hablaba desde hace mucho tiempo. ¿Cuestión de celos?

Las trifulcas no solo eran entre jugadores. Valero Rivera también se las tenía tiesas con Masip. Los desprecios eran de campeonato, pero ahora los dos viven bajo el paraguas de Laporta. En el pasado, ambos pedían el voto para Josep Lluís Núñez, el mismo presidente al que Laporta intentó desbancar con una moción de censura fallida. Ahora son laportistas convencidos y los responsables de una limpieza de alto riesgo.

En la sección de baloncesto también ha habido movida. Nacho Rodríguez fue sustituido por Juan Carlos Navarro y ahora todos aguardan los movimientos de la sección, que deberá ajustar el presupuesto. Parece que Hanga lo tiene hecho con el Milán y que Claver tiene muchos números para irse. Falta por ver si el Barça renovará a Higgins, decisivo junto a Mirotic y Calathes para que el equipo azulgrana ganara otra vez la Liga. No lo hacía desde 2014 en la peor sequía desde que los Solozábal, Epi y Sibilio irrumpieron con fuerza en el Palau.