En el mundo fiscal tenemos un ejemplo mediático y conocido con el cual la Hacienda española quiso dar un aviso a todo aquél que pretendiera saltarse la norma y evadir impuestos: Isabel Pantoja. En su momento, cogieron a la tonadillera para dar una lección y demostrar que nadie, ni una cantaora, queda libre de responsabilidades.

Una idea similar es la que plantea Joan Laporta para renovar e ir confeccionando la primera plantilla a partir de este verano, la primera en la que empezarán a pesar más las decisiones propias de la actual directiva que la obligación de limpiar las malas decisiones de la pasada, como sí hicieron este pasado 2021. Por eso, la filosofía que quiere marcar Joan Laporta es la de “nadie es imprescindible”.

La idea la podemos encontrar de forma tangible viendo el clásico de este domingo pasado. Y a efectos prácticos, el precedente de Leo Messi. Así, el razonamiento de Laporta cuando le vengan a renovar contrato o cerrar uno de nuevo será: sí con condiciones. Y recordará cómo fue él, quien decidió desprenderse del argentino porque “nadie está por encima del club”.

Esa idea ha calado mediáticamente y, de momento, le ha salido bien. Ahora, uno de los primeros que la deberá entender es Araujo. Pese a las felicitaciones personales de Xavi y poder desarrollar una capacidad defensiva más allá de su posición natural de central, Laporta se siente en confianza para no ceder a la mínima. Romper con los vicios del pasado, con contratos inasumibles y un chorreo de pérdidas sin freno no es fácil. Por eso, Laporta quiso centrar cátedra cogiendo de ejemplo al más intocable: Leo Messi.

Y dicho esto, vamos a centrarnos en el caso más concreto. Araujo sabe que en la Premier puede entrar, como mínimo, por 8 millones. Y también sabe pese a los trueques informativos, que todavía a día de hoy hay jugadores azulgranas en su posición como Umtiti que cobran el doble. Pero Araujo debe entender que la baza de mirar al compañero que tiene al lado, no le funcionará al 100%. Podrá conseguir alguna mejora del contrato pero cuando exija más de la cuenta, alguno le recordará: “Recuerda el final de Messi”.