El Barça necesita rebajar masa salarial. Es difícil pero no imposible. En la temporada pasada, la 19-20, la primera con Covid y Estado de Alarma, Bartomeu tomó una serie de medidas que, en la actualidad no se están tomando. Impuso una rebaja salarial general del 12% ahorrando al club 46 millones de euros, se desprendió de la ficha de Luis Suárez traspasándole al Atlético de Madrid por 7 millones (5 fijos y 2 variables que se han cumplido), y vendió a Semedo a los Wolves por 30 millones más 10 en variables, intercambió a Arthur por Pjanic generando un beneficio contable, se ahorró las fichas de Rakitic y Arturo Vidal y vendió a Carles Pérez a la Roma y Cucurella al Getafe. Y así pudo mantener una plantilla con el salario de Messi, el más alto del mundo. Ahora, hasta el momento, las salidas de Junior, Trincao y Todibo han tenido poco impacto en el ahorro. La ventaja es que ya no hay que hacer frente al insostenible contrato que tenía Messi, con quien se puede negociar de cero al estar libre.

Laporta está en una encrucijada. Por un lado, sus directivos y ejecutivos del club le dicen que debe realizarse una rebaja salarial general a la plantilla. Pero por otro lado, él se comprometió, durante la campaña electoral, con Messi y los capitanes que no les bajaría el sueldo a cambio de que él pudiera presumir de que era el único candidato con sintonía y ascendencia sobre estos jugadores a los que, incluso, instó a que fueran a votar para escenificar esa supuesta buena relación. 

Los capitanes le recuerdan a Laporta el compromiso que adquirió y son reticentes a bajarse el sueldo. El resto de futbolistas saben que Messi tampoco perderá dinero porque, aunque solo jugará 2 años, le harán un contrato de 5 años para que siga cobrando prácticamente lo mismo.

También sorprende el cambio de discurso del entorno. Ilaix tiene pie y medio fuera del Barça y jugadores importantes de la cantera han dejado el Barça este verano. Con otro presidente se diría que los jugadores de la cantera se van por falta de proyecto, mala gestión y ausencia de coherencia deportiva en los estamentos del club. Ahora, con esta directiva los chavales son unos peseteros egoístas, que no merecen llevar la camiseta por su falta de implicación y sus representantes, unas sanguijuelas.

Es muy extraño también que la prensa se haya hecho eco de la declaración del señor Ibáñez de I3 Ventures en relación al Barçagate pero hayan obviado la dura acusación que lanzó cuando dijo ante la jueza que su empresa detectó trolls creados y organizados por Laporta, Font y Roures para asediar al entrenador y presidente del Barça, Ernesto Valverde y Josep Maria Bartomeu.

Como también es muy curioso que el City, que siempre ha sido un club con mucha presencia mediática en la prensa catalana, prácticamente, no se haya hablado en los medios de aquí de las pruebas que ha aportado la prensa inglesa para, nuevamente, acusar de violación de las reglas del “fair play financiero” al club inglés.