¿Cuánto crédito debe tener más Joan Laporta para seguir viviendo de sus gracias? No ha arruinado el club, contesta a todo y es más agradecido para los medios su don de gentes. No lo comparo en ningún caso con la nefasta gestión de Josep Maria Bartomeu pero no se puede vivir, eternamente, de la comparación con el que muchos consideran que ha sido el peor presidente de la historia.

El crédito de Laporta también tiene un límite. Las fugas de talento, también en el cuerpo técnico, de la Masía; no cesan. El ejemplo más flagrante es García Pimienta pero hay unos cuantos más que han marchado por la puerta de detrás. En paralelo, no sabe cómo sacarse de encima un Koeman con un contrato millonario. La imagen del club a nivel mundial da risa. Sin ir más lejos, Uli Hoeness, presidente de honor del Bayern, ha asegurado que "el Barcelona está realmente arruinado. Si el Barça estuviera en Alemania, sería un caso para el juez de quiebras. Barcelona ya no es un modelo a seguir". Y, por encima de todo, una sensación con la que se parece no haber dado carpetazo a los últimos años.

El carpetazo de resultados o de volver a tener un gran equipo no puede ser inmediato pero las formas, el rumbo marcado, se debe dar ya. Laporta no puede estar eternamente anunciando una acción de responsabilidad contra Bartomeu. Debe hacerla efectiva porque las palabras se las lleva el viento. Y de aquí, mi pregunta: ¿Por qué retrasa esta acción? La respuesta da para otro capítulo del Netflix particular que hay montado en el club, pero deben buscar las razones en el fichaje de Neymar por el Barcelona. El famoso fichaje que vuelve como un fantasma periódicamente y que, parece que Laporta, también puso la nariz por detrás en la transición de su directiva con la de Sandro. Las malas praxis en fichajes no son únicas de un bando u otro. Ya en el caso de Ronaldinho, las comisiones y las estrategias más oscuras se plantearon abordar. Afortunadamente, entonces, Laporta tenía directivos profesionales y con principios a su alrededor.