El gran debate de la última década ha vuelto. ¿Messi o Cristiano? ¿Cristiano o Messi? Para gustos, colores. La magia y la clase del crack argentino compiten con el carácter depredador y la pegada del astro portugués. Messi y Cristiano son dos futbolistas de otra dimensión, que se retroalimentan mientras compiten por ser el número uno en un mundo cada vez más competitivo, mercantilista y resultadista.

Leo Messi y Cristiano Ronaldo sublimaron la eterna rivalidad entre el Barça y el Real Madrid, dos colosos antagónicos que son la gran referencia del fútbol munidal desde hace una década. Con la salida del portugués del Bernabéu, la Liga perdió uno de sus grandes valores. El duelo parecía diluirse completamente, sobre todo por la distancia, pero el pique eterno entre ambos ha regresado esta semana con sus respectivas exhibiciones contra el Atlético de Madrid y el Olympique de Lyon. Espectacular la de Cristiano y más esperada la de Messi.

La Champions es el mejor escaparate para ambos. Es el gran torneo que decide los premios individuales. Messi y Cristiano han ganado cinco Balones de Oro cada uno. En 2018 se coló Modric, pero el argentino y el portugués no se conforman con su botín actual. Quieren más y los dos ambicionan la final del Wanda Metropolitano con la misma voracidad que sus respectivos clubes: Barça y Juventus.

Messi parecía algo adormilado en la Liga tras su exhibición en Sevilla. Ni tan siquiera fue necesaria su mejor versión en la doble victoria del Barça en el Bernabéu. Parecía jugar con el freno de mano, sin demasiada motivación, reservándose para la Champions. Pero no fue el Olympique, sino los tres goles de CR7 contra el Atlético, el mejor estímulo para la Pulga, que sigue reiventándose cuando se acerca a los 32 años.

Tiene más registros Messi que Cristiano, pero sorprende la gran voracidad del portugués, un portento físico que sigue como una moto a sus 34 años. Su marcha a Italia no ha mermado la explosividad de CR7, tal vez porque el desgaste en la Serie A es menor que en la Liga, con una Juventus que gana sin bajarse del autocar.

Más problemas tiene el Barça en la Liga, torneo que ya ha conquistado el argentino en 10 ocasiones. Leo no se cansa de ganar, pero nada le estimula más que lograr esa copa tan linda por quinta vez. Porque cinco veces ha ganado la Champions Cristiano, su gran rival, y el argentino no se conforma con un segundo premio. Quiere el primeroy nada le pica más que cada gol de CR7.