Montjuïc era la alternativa más viable, pero también la que menos convencía a los culés. ¿Por qué? Por su ubicación, su frialdad y también, como era previsible, por su pasado blanquiazul con el Espanyol.

Aparte de este pequeño detalle, el Estadi Olímpic Lluís Companys fue el epicentro de Barcelona 92 con el encendido de la antorcha olímpica, aquel "HOLA" gigante en el césped, el oro de Fermín Cacho, los gags del Tricicle, las actuaciones Freddy Mercury y Montserrat Caballé y el Amigos para siempre de Los Manolos. ¿A cuántos se os ha puesto la piel de gallina al recordarlo? ¡Qué tiempos aquellos!

Montjuïc no es el lugar ideal para estar 12 temporadas como estuvo el Espanyol pero es la mejor opción para jugar durante la temporada o temporada y pico que nos desplazarán las obras del Espai Barça. Paciencia, tranquilidad y mucha filosofía. Montjuïc es mejor que unas inviables y cutres gradas supletorias en el Johan Cruyff aunque también tenga que hacerse un gasto de cerca de 20 millones de euros para adecuar la instalaciones. 

No me cabe la menor duda de que con la llegada del Barça, la montaña volverá a ser mágica. Con la llegada del Barça, el Estadi Olímpic volverá a ser de oro. Con la llegada del Barça, Montjuïc por fin verá fútbol de verdad.