Se marchó hace poco más de un año con la excusa de querer convertirse en el mejor futbolista del mundo ya que junto a Messi nunca podría serlo. Mentira. Se marchó por dinero y punto. En ningún caso expresó su deseo de seguir o no al Barça, escondió las negociaciones con el PSG hasta el último momento y dejó al club con el culo al aire. Se rió de todos los culés. 

Si de verdad se ha ofrecido para volver, el Barça le debe responder con un NO rotundo, en ningún caso dejarle la puerta abierta. Es un jugador tóxico dentro y fuera del vestuario, se pasó casi la mitad de la  temporada pasada lesionado, viviendo en Brasil y dejándose querer por el Real Madrid. ¿Quién lo echa de menos?

Neymar se bajó de un tren que sólo pasa una vez en la vida, y si lo que quiere el Barça es pagar con la misma moneda al PSG que lo haga fichando a Mbappé, en él está el futuro pero no nos engañemos son operaciones económicamente inviables. 

Ronaldinho a debate

Ronaldinho siempre ha estado mal asesorado y su entorno nunca ha estado a la altura de uno de los mejores jugadores de la historia. ¿Apoyar a la extrema derecha cuando  sufrió la pobreza en primera persona durante su infancia? ¿Apoyar a alguien que utiliza unos discursos tanto ofensivos? ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Por qué este apoyo masivo de los futbolistas hacia Jair Bolsonaro? Poderoso caballero es don dinero.

Una foto de archivo de Ronaldinho en la gala The Best de la FIFA / EFE

Una foto de archivo de Ronaldinho en la gala The Best de la FIFA / EFE

Una foto de archivo de Ronaldinho en la gala The Best de la FIFA / EFE

Ronaldinho es historia viva del club y no debe olvidar que sigue representando a muchísima gente con el cargo de embajador. Que piense lo que quiera, pero que no lo haga público. Está ensuciando el escudo. 

Me quedo con la reacción  del Barça. El club fue claro sin llegar a provocar un incendio con un mito del barcelonismo que defiende unas tesis impropias de un demócrata.

Alerta central

Sólo con Piqué y Lenglet. Uno no está teniendo un buen inicio de curso el otro no sabemos cómo responderá en los partidos de máxima exigencia. Mal momento para perder efectivos, mal momento para quedarse con la defensa en cuadro.

Una foto de archivo de Clément Lenglet / EFE

Una foto de archivo de Clément Lenglet / EFE

Una foto de archivo de Clément Lenglet / EFE

Gran parte del rumbo que tomará la temporada llega en este tramo final de octubre. Contra el Sevilla el liderato estará en juego. Contra el Inter la clasificación prácticamente matemático para los octavos de la Champions. Y contra el Madrid no hace falta decir nada. 

Mala planificación de la plantilla, sólo un central diestro y poca proyección desde el filial. El mercado de invierno tampoco ofrece muchas gangas así que mejor cantera antes que cartera y sobretodo, crucemos los dedos para Piqué y Lenglet no cojan ni un resfriado no vaya a ser que al final tengamos que repescar a Yerry Mina