Esta foto fue tomada el 8 de mayo de 1987. Maradona recibió en la concentración del Nápoles a tres periodistas de Barcelona, con los que había mantenido una buena relación en su paso por el Barça. Al día siguiente jugaba el partido más importante de su vida, según calificó anteponiéndolo incluso al de la Copa del Mundo con Argentina: “La diferencia es que la Copa no la conseguí en mi tierra, y este triunfo ha sido delante de un pueblo que me estima y que necesitaba de él”.

El Napoli nunca había ganado il scudetto –la Liga italiana- y el sueño se iba a cumplir con el crack argentino. La ciudad se tiñó de azul, con edificios pintados para la ocasión, incluso las pizzas tenían ese color y muchas fueron bautizadas con el apellido del segundo mayor ídolo de Nápoles después de San Genaro.

Fue una gran fiesta. Recuerdo que escribí una crónica emotiva para La Vanguardia, que me había enviado a Nápoles. Reproduzco el último párrafo: “Más alegría que nunca, más alegría que en Rio, más tensión que un San Fermín, más emoción que en la Diada de 1977, más tracas que en la Fallas, más vino que en la Feria de Abril de Sevilla. Una jornada inolvidable, porque aunque no lleguen otras, el primer título es como el primer amor, que no se olvida nunca. Todo era una fiesta. No importaba otra cosa. Solo el scudetto, sólo Diego, sólo el Nápoles”.

Entonces Maradona tenía 26 años. Era muy diferente al que luego fue. 

Dagoberto Escorcia con Diego Armando Maradona / CM

Dagoberto Escorcia con Diego Armando Maradona / CM

Dagoberto Escorcia con Diego Armando Maradona / CM