Neymar es una exigencia de Messi y de gran parte del vestuario. Lo quieren aquí, a su lado. Quieren que vuelve el amigo al que nunca hubieran querido dejar marchar y que sigue estando loco por volver aunque tenga al club triplemente denunciado.

La operación no es fácil pero la FIFA podría ponerle una cláusula que agilizaría las cosas y también afectar a Griezmann. El francés no ha acabado de encajar ni el vestuario ni al terreno de juego, no hay feeling. Griezmann no se siente a gusto con el juego del Barça, ni tampoco en su día a día. Se encuentra inmerso en un juicio continuo y por mucho que haga, sabe que nunca será suficiente. El propio jugador no descarta una salida el próximo verano y no vería con malos ojos volver a Francia de la mano del PSG. El príncipe sería rey en su casa y tendría un rol de estrella que aquí no está encontrando.

El Barça ya sabe lo que hay y sabe qué tiene que hacer para contentar a Messi. Todo lo que no sea traer a Neymar será un nuevo fracaso de Bartomeu a ojos del vestuario culé. Y sí, hay muchos detractores que creen que el retorno de Neymar sería un error, también dentro de la junta directiva pero la última palabra la tiene el presidente. El Barça ya empieza a hacer números para traer de vuelta a Neymar. Los deseos de Messi son órdenes y a mí, ya me parece bien.

¿Para qué nos alcanza? 

Oportunidad de oro perdida, de las que hacen daño y de las que merecen ser analizadas. En la primera parte el Barça dejó escapar con vida a un Madrid que en la segunda les pasó por encima. Quién perdona paga y en un clásico más que nunca.

Los de Setién se vieron desbordados por un equipo que tiró de corazón y de solidaridad defensiva. Poco más que eso propuso el conjunto de Zidane. Por su parte, el Barça volvió a mostrar su peor versión atrás y en ataque se quedó huérfano de Messi.

Messi no apareció, Messi estuvo enjaulado y no pudo desplegar su arsenal futbolístico. Messi es el gran reflejo de este equipo. Contra grandes rivales no está cómodo y no hay nadie capaz de asumir su rol, e incluso Marcelo le ganó un duelo clarísimo. El equipo no da para más.

No está todo perdido, aún hay liga pero después del clásico todavía hay más dudas. Para la Champions ya sabíamos que al Barça no le alcanza. La pregunta ahora es, le alcanza para la liga?

Setién 

No me parece mal que Sarabia muestre y exprese su malestar en el banquillo. De hecho, gran parte de las críticas hacia Valverde estaban relacionadas con su inexpresividad y falta de carácter en el banquillo pero ahora que lo tenemos surgen las polémicas. ¿Por qué? No lo entiendo, qué menos que enfadarse en un clásico, ¿no?

No nos engañemos, las dudas y primeras críticas al proyecto de Setién no nacen por los aspavientos de Sarabia en el Bernabéu, las tres derrotas en 11 partidos son el motivo principal. ¿Con Valverde se hubiera ganado el clásico? ¿Defensivamente el equipo está mejor? ¿El plan de ataque ofrece más alternativas? ¿Y la posesión? Esto último tal vez sí, pero solo con mejorando en este aspecto no es suficiente.

Se nos presentan muchas dudas con el proyecto de Setién que ya viene condicionado por una pésima planificación deportiva y un equipo físicamente muy mermado. Primero Xavi y ahora Koeman, el holandés confesó que el Barça también le ofreció el puesto antes que a Setién. Que cada uno saque sus propias conclusiones pero a mi algo me dice que la próxima temporada  Setién no se sentará en el banquillo del Camp Nou.