El Barça tiene una oportunidad histórica de mandar a uno de sus eternos rivales a Segunda División. El Espanyol está a un paso del abismo y el FC Barcelona puede darle el tiro de gracia esta misma noche. 

Todo lo que no sea ganar signficará descender pero por suerte para los periquitos hoy no habrá público en el Camp Nou por lo que la humillación no contará con una banda sonora de casi 100.000 espectadores cantando el famoso "a segunda oé, a segunda oé". La temporada blanquiazul ha sido bochornosa y pese a que para un culé tiene su punto de satisfacción enviar al Espanyol a Segunda División, a mí el curso que viene me faltará algo.

Mis sentimientos hacia el Espanyol son de indiferencia pero contar con ellos en Primera te asegura un par de semanas al año de rock and roll y con partidos que cuentan con un plus añadido. Los piques previos, las polémicas del partido, el cruce de declaraciones en la zona mixta, las mofas entre unos y otros, etc. 

Disfrutemos de este derbi porque quien sabe cuando podremos volver a vivir otro en la máxima categoría del fútbol estatal. El fútbol es así de duro y así de cruel, e incluso el de hoy podría ser el último derbi de la historia, y a mi, aunque sea políticamente incorrecto decirlo como culé, me duele que el Espanyol pierda la categoría. Lo mismo me pasaría con el R. Madrid. Larga vida a las rivalidades.