Qué tristeza y qué imágenes tan desoladoras nos están llegando desde Ucrania. Lo de Putin no tiene nombre, no concibo como en el siglo XXI todavía hay gente que se dedica  a invadir otros países matando a todos esos inocentes. Millones de vidas y familias rotas por culpa de este perturbado.

Por otro lado, creo que el mundo del deporte tampoco ha estado a la altura de la situación. Nuevamente se dejó escapar una oportunidad para enviar un mensaje al mundo. ¿Qué hacía el Zenit jugando en Sevilla con la que estaba cayendo? ¿Y la selección de baloncesto ucraniana en Córdoba? ¿Cómo tarda tanto la UEFA en cambiar la sede de la final prevista en San Petersburgo? ¿Por qué no se hizo una campaña más potente antes de los partidos de Europa League para denunciar la situación? ¿Y por qué la Euroliga se resignaba a suspender los encuentros del Barça en Rusia?  La respuesta tiene nombre y apellidos: poderoso caballero don dinero, malditos mercenarios. Son repugnantes.

Afortunadamente casos como el del Schalke 04, que decidió retirar la publicidad de Gazprom de su camiseta, o del United, que canceló un megacontrato con una aerolínea rusa, ya me parecen algo mucho más acorde con la situación. Veto absoluto a Putin y a sus amigos, se debe actuar y hacerlo ya.  

El mundo del deporte se debe volcar contra esta guerra y aprovechar su gran altavoz, peor no lo han podido hacer algunos. Todo mi apoyo absoluto a Ucrania y a sus ciudadanos, ojalá acabe pronto esta pesadilla.