La plantilla del Barça para la temporada 2019-20 empieza a coger forma. Los jugadores azulgranas empezaron este lunes la pretemporada bajo las órdenes de Ernesto Valverde con tres caras nuevas, Neto, y los dos más buscados: De Jong y Griezmann. Incorporaciones para devolver la ilusión a una afición que todavía recuerda el varapalo europeo de la pasada campaña y la guinda de la Copa del Rey ante el Valencia. 

A falta de que se reincorporen los internacionales sudamericanos, entre ellos Leo Messi, el Txingurri contará con una plantilla de ensueño. Y es que actualmente son 23 jugadores los llamados a hacer historia la próxima temporada. Recuperar el trono en Europa y mantener la hegemonía en España. A falta de concretar las salidas del primer equipo donde jugadores como Malcom, Samuel Umtiti, Semedo, Rakitic o Philippe Coutinho están en el punto de mira, nadie olvida el último fichaje que le queda por aclarar a la dirección deportiva: Neymar Jr. 

Los rumores sobre su regreso no cesan. El brasileño regresó este lunes a París para poner sobre las cartas sobre la mesa entorno a su situación en el club francés. No pinta bien, pero ¿debe el Barça realmente pujar por el brasileño?

Dos destinos

La jugada es extremista. El pulso que ha iniciado Neymar contra el PSG es más propio de un jugador que sabe con total certeza que abandonará el club en las próximas semanas de alguien que todavía tiene que negociar su marcha. Asimismo, a su situación se suma un problema importante. El carioca tan solo tiene dos posibles destinos: el que quiere, el Barça y el que podría ficharle también, el Madrid. Y vista la plantilla del conjunto catalán, ¿es realmente necesaria la vuelta de Neymar? A nivel deportivo falta por ver cómo se adapta Griezmann al juego azulgrana, pero con Suárez, Messi, Dembelé y el francés como grandes estrellas de la ofensiva azulgrana, a los que se sumaría Coutinho de seguir en el Camp Nou, Neymar no parece imprescindible. 

Su llegada sacrificaría a uno o dos jugadores, --Coutinho fuera y Dembelé al banquillo o lejos del Camp Nou-- para devolver la MSN a feudo azulgrana a la que sumaría el exrojiblanco. Bendito problema pensarán algunos para Valverde quien podría alinear a su antojo, al mejor rendimiento y contaría con una delantera de miedo en el once titular y fuera de él. Problema real también el de gestionar tanto ego y correr el riesgo de que la MSN margine a la mayor inversión de este verano, Griezmann

Todo ello por no hablar de la economía del club. Bartomeu recurrió a un crédito de 35 millones de euros para acabar de cerrar el traspaso del ya 17 azulgrana, y con la masa salarial por las nubes Neymar solo sería un inconveniente más, al menos, económicamente. La presencia de los cuatro o cinco fantásticos también supondría un cambio de chip casi imposible para algunos. Las tareas defensivas quedarían relegadas a muy pocos jugadores. Griezmann tiene interiorizados dichos automatismos gracias a su paso por el Wanda Metropolitano, pero con Messi exento de ellas, se antoja difícil que Neymar y Suárez defendieran para ayudar al bloque. 

La traición del brasileño tampoco juega a su favor y, para algunos culés, sería la segunda incorporación del verano que arrastra polémica. Después de Griezmann y su lavado de imagen, afrontar otra operación de marketing así podría poner en jaque a la directiva. Neymar ilusiona por lo que fue, pero el presente se antoja distinto. Es momento de tomar decisiones en firme. Messi, Luis Suárez, Griezmann, Dembelé y Neymar. Mucho ego y muy pocas posiciones para conformar una delantera que, eso sí, pasaría a la historia. Llega el momento de analizar y priorizar los objetivos deportivos y no hipotecar al club. El problema de saber si hace falta, es que solo se sabrá a finales de mayo del año que viene cuando se deciden los títulos. Y el fútbol como todo en la vida, se trata de arriesgar.