El Liverpool sometió al Barça durante buena parte del partido. Los de Klopp aún no se creen que se fueran del Camp Nou con un 3-0 bajo el brazo. Los reds hicieron un partidazo pero acabaron rendidos a la superioridad de un equipo que cuenta con el mejor de todos los tiempos.

Messi es muy terco, tiene la Champions entre ceja y ceja y sobre todo, es un hombre de palabra. "La Copa tan linda" cada vez está más cerca, el partido de ayer deja el camino a hacia el Wanda muy aplanado pero cuidado que todavía hay mucho trabajo por hacer en Anfield. No me fío nada de este Liverpool ni mucho menos de Jürgen Klopp, quien por cierto, ahora ya conoce el templo.

Afortunadamente, el Barça fue más determinante en las dos áreas, supo aprovechar los buenos momentos y supo sufrir cuando las cosas iban mal. Un diez por la actitud del equipo, un once por el resultado. Hoy es día de recuperar fuerzas para todos, jugadores, técnicos y aficionados. El Barça dejó prácticamente KO al Liverpool y el sueño del triplete cada vez es más real. 

De pequeño dictador a gran capitán

Messi se ha convertido en el líder dentro y fuera del campo del equipo. Ha llegado al zenit de su carrera mejorando en todos los aspectos, incluso en el de dar discursos. Ya no rehuye a atender a los medios, ya no se esconde ante sus compañeros e incluso es capaz de mediar con el público para que desaparezcan los pitos a Coutinho

Lejos quedan esas épocas en el que se le acusaba de mover los hilos del vestuario blaugrana poniendo a sus amigos y sentando a aquellos que no hablaban su mismo idioma futbolístico. Messi ya es mucho más, es el auténtico ser superior. 

La Liga, el título más complicado

Más allá de que la victoria ante el Levante no fuera la más brillante de la temporada y que Messi tuviera que volver a salir al rescate, como es habitual, nadie puede discutir que el Barça ha sido campeón más que merecidamente. Así lo dicen los números, así lo ha dictado su regularidad. 

Que no se caiga en el error de pensar que la Liga es demasiado fácil de ganar. No es así, que nadie se confunda. Ganar con comodidad no es sinónimo de facilidad, sino de autoridad, de superioridad, de haber hecho el trabajo bien hecho. Me gustó la celebración sobre el mismo césped y que Rubiales llevara el trofeo para entregarlo cuando toca. Era el momento de celebrarlo 

 

La victoria llegó justo antes de la semifinal de la Champions, con una precisión exacta sobre el guión soñado, con Messi en el mejor momento de forma posible y también descansado. Este equipo tiene cuerda para rato, de momento ya son ocho ligas en once años y las que vendrán.