El Barça, impotente, encoge partido tras partido, con un fútbol triste como su entrenador e inapetente tras ganar ocho de las últimas 11 Ligas. El Madrid, todavía en fase de reconstrucción, tuvo mucho más criterio en un Clásico con mucho ritmo y poco tino que hubiera ganado sobradamente con un futbolista letal como Cristiano Ronaldo.

El Madrid, hoy, es un equipo mucho más trabajado que el Barça, que vive de Messi y para Messi. El astro argentino es el principio y fin de un grupo cada vez menos artesanal, intimidante con el balón, pero ausente en la presión al rival. Con Leo y Luis Suárez divagando cuando la posesión es del rival, el Barça palidece ante rivales de medio pelo. El equipo de Valverde lo fía todo al talento de Messi y a la solvencia de Ter Stegen. Con su autoridad en las áreas, el Barcelona maquilla o intenta su falta de ingenio. Poco, muy poco, queda del Barça que aniquilaba a sus rivales con un fútbol de autor, sustentado en la posesión y la precisión.

Valverde, menos diplomático este año, agita su equipo para evitar la autocomplacencia, pero no transmite energía. El técnico extremeño tiene fecha de caducidad y más pronto que tarde se hablará de posibles sustitutos, con Ronald Koeman en la pole position. Porque, guste o no, pintan bastos en el Camp Nou.

La tristeza del Barça contrasta con la motivación del Madrid, dirigido por otro tipo de formas amables y pragmático como Zidane. Cuesta entender que en el Bernabéu renegaran de Zizou hace un año y no solo porque sea el único entrenador que ha ganado tres Champions. Con Zidane, el Madrid sí sabe a qué juega.

El Madrid de Mourinho era un equipo resultadista y el de Ancelotti destacaba por su equilibrio. Con Zidane, el Madrid ha recuperado el buen gusto por el balón y su vocación más ofensiva. Es un equipo simple, sin ataduras, que resiste el pulso al Barça con una plantilla con menos estrellas, con un Benzema superlativo y jóvenes valores que apuntan alto. Entre ellos Fede Valverde, uno de los mejores en el Camp Nou el día que Zidane desmontó al otro Valverde.