Modric felicita a Lucas Vázquez tras marcar el segundo gol del Real Madrid en el clásico / EFE

Modric felicita a Lucas Vázquez tras marcar el segundo gol del Real Madrid en el clásico / EFE

Real Madrid

La gran diferencia entre el centro del campo del Barça y del Real Madrid

El equipo de Ancelotti, mucho más estable y trabajado, castigó las dudas del eterno rival

25 octubre, 2021 10:51

El Real Madrid también está en un proceso de renovación, pero los cambios son mucho menos traumáticos que en el Barça, condicionado por su precaria situación económica. Alaba, en defensa, y Vinicius, en ataque, simbolizan el gran cambio del Real Madrid. En el centro del campo, en cambio, casi nada cambia. Casemiro, Kroos y Modric suman y siguen.

El Barça, un equipo en construcción, todavía busca su identidad. Ronald Koeman no tiene clara la fórmula ideal. La suya, tal vez, no es la que le piden los puristas del estilo. Del adn azulgrana. Del Cruyffismo, en definitiva. El Madrid, en cambio, se siente más cómodo con muchos registros. Es un equipo más imprevisible. Curiosamente, su centro del campo es el mismo en los últimos años. En el Barça, en cambio, sigue Busquets y se consolida De Jong. Pero Gavi, un valor emergente de la cantera, jugó su primer clásico. Y lo hizo bien.

Orden y criterio

El Madrid siempre tuvo el partido donde quería. Aguantó las embestidas iniciales del Barça sin grandes sufrimientos. La clara ocasión de Dest, curiosamente, llegó en una contra. Pero fue el equipo de Ancelotti se sintió muy cómodo casi siempre y supo rentabilizar la velocidad de Vinicius, una pesadilla para Mingueza.

Luuk de Jong en el clásico contra el Real Madrid / EFE

Luuk de Jong en el clásico contra el Real Madrid / EFE

Casemiro intenta robarle la pelota a Luuk de Jong / EFE

Casemiro, Kroos y Modric aportaban orden y criterio. En el Barça estuvo imperial Sergio Busquets, pero Frenkie de Jong no acaba de dar el salto cualitativo.

El método

Ancelotti tiene claro su plan. No es negociable. A Florentino Pérez no parece importarle mucho el método. Le preocupa más que jueguen las estrellas. En Barcelona, en cambio, Laporta presiona a Koeman para que juegue con el 4-3-3, como si De Jong y Gavi ofrecieran las mismas prestaciones que Xavi e Iniesta. Las comparaciones son odiosas, pero en el Camp Nou hay cosas sagradas.

El Barça, a falta de clase y una idea clara, tiró de orgullo. El Madrid fue más pragmático y leyó perfectamente los déficits del rival. Suficiente para ganar otro clásico en el Camp Nou.