Una foto de Santiago Solari en el Santiago Bernabéu / EFE

Una foto de Santiago Solari en el Santiago Bernabéu / EFE

Real Madrid

El motín que se cuece en el Real Madrid contra Solari

Un nuevo crack del conjunto blanco se suma a la lista de enemigos del técnico argentino

11 diciembre, 2018 13:28

Solari se está granjeando peligrosos enemigos en Valdebebas. Los métodos del técnico argentino no gustan entre buena parte de la plantilla. Isco, Asensio y Keylor Navas son los principales damnificados. Han perdido todo su protagonismo en el equipo y en algunos casos están más fuera que dentro del Real Madrid. A ellos se une Luka Modric, molesto por el trato recibido en los últimos partidos.

Luka Modric lleva tres partidos consecutivos de Liga sin completar los noventa minutos. Se está convirtiendo en tónica habitual de Solari sustituir al croata cuando las cosas se ponen feas. Y eso es lo que más molesta al jugador. Modric es el sacrificado cuando el técnico quiere amarrar el partido. Como si el croata no fuera capaz de sostener el centro del campo.

Solari señaló a Modric en la debacle de Ipurua. El croata fue el segundo cambio -el primero fue obligado por la lesión de Odriozola- y desde entonces no ha terminado los partidos. Modric ha perdido su etiqueta de intocable. Hay algo en su rendimiento que no convence al técnico. Solari desconfía de la forma física del croata. Por eso prefiere a jugadores jóvenes como Marcos Llorente y Fede Valverde para dar frescura y equilibrio a la medular.

Marcos Llorente encadena cuatro partidos consecutivos en el once titular y ha disputado todos los minutos, menos la segunda mitad contra el Melilla. Fede Valverde, por su parte, cada vez tiene más peso en el equipo, precisamente en la función de refuerzo para los minutos finales. El uruguayo entró en Roma y sustituyó a Modric ante el Valencia.

Se siente ofendido

La cuestión es que Modric no es un jugador cualquiera. Es el flamante Balón de Oro. Atesora calidad y personalidad de sobras. De ahí que no comparta la gestión de Solari. Modric quiere jugarlo todo. Hasta el pitido final. Porque es el estandarte del centro del campo madridista. El capitán del timón. Y siente como una ofensa la pérdida de galones propiciada por Solari.

Modric en la disputa del balón / EFE

Modric en la disputa del balón / EFE

Modric en la disputa del balón / EFE

Ante el Huesca Luka Modric volvió a ser sustituido a veinticinco minutos del final. El club blanco sufría ante el colista y Solari quería sostener al equipo con una estrategia de lo más conservadora y timorata. Poco antes había metido a Fede Valverde por Ceballos. Cuando el croata vio su dorsal en el luminoso del cuarto árbitro torció el gesto. No daba crédito. Otro partido en el que no completaba los 90 minutos.

El motín que se cuece

El panorama de Solari en Valdebebas no es nada halagüeño. El cabreo de Modric se une al de otros buques insignia como Isco y Marco Asensio. El malagueño solo juega los minutos de la basura. Su única titularidad con Solari fue la del Melilla. El conflicto entre ambos es evidente y Florentino está por la labor de buscarle una salida.

El caso de Marco Asensio es similar al de Isco. Al mallorquín se le está castigando por no haber asumido más protagonismo en el equipo. Pero Florentino es más benévolo con él. Sabe que es un jugador de mucho futuro, del estilo del Real Madrid, y no quiere echarlo a perder.

En todo caso, no va a ser fácil gestionar a una plantilla efervescente y propensa al motín como la del Real Madrid.