Una foto de Gareth Bale durante el clásico / EFE

Una foto de Gareth Bale durante el clásico / EFE

Real Madrid

El nuevo desplante de Gareth Bale que incendia el Real Madrid

El galés fue despedido con una sonada pitada en el Bernabéu al ser sustituido y no dudó en abandonar el estadio antes de tiempo

4 marzo, 2019 12:39

Gareth Bale es un caso aparte en el vestuario del Real Madrid. Siempre lo ha sido, pero esta temporada la situación se ha agudizado. No habla español, tras un lustro en la casa blanca, su posición no es de intocable ni tampoco de estrella y la relación con Santiago Solari es tensa. Muchos alicientes que han condenado al galés ante la afición blanca y que él mismo se ha encargado de empeorar. 

Volvió al once inicial del técnico argentino en el clásico liguero y naufragó como viene haciendo toda la temporada. No respondió a las expectativas depositadas y el Bernabéu no dudó en despedirle con una sonora pitada cuando fue sustituido por Asensio. Pasó de puntillas durante la hora de partido que estuvo en el verde y tampoco le sentó bien el cambio. 

Gareth Bale, marginado

En el club no se entiende su titularidad y mucho menos después de ver su actuación en un partido fundamental para reengancharse al campeonato doméstico. Solari le dio la oportunidad, pero ni en el palco ni en el vestuario se entendió una decisión que muchos consideran inmerecida.

Su relación en el vestuario, al menos con la mayoría de componentes, es fría y distante. Solo Modric es uno de sus compañeros más cercanos y tras su episodio en el Levante –cuando negó el abrazo a Lucas Vázquez y al resto de su compañeros tras marcar el gol de la victoria– ahondó en una situación innegable. 

Gareth Bale celebrando su gol en el Ciutat de Valencia / EFE

Gareth Bale celebrando su gol en el Ciutat de Valencia / EFE

Gareth Bale celebrando su gol en el Ciutat de Valencia / EFE

Sus compañeros saben que es un gran jugador, pero su desconexión deportiva y emocional es una realidad que ha distanciado totalmente al jugador del resto del grupo y de la afición. 

Para casa

Solari creyó en su titularidad y cuando fue sustituido decidió que el clásico había terminado para él. Tras varios minutos sentado cerca de Marcelo en el banquillo –que volvió a quedarse sin jugar ni un minuto– se dirigió al vestuario para tratarse unas molestias. Y al acabar se fue a su casa. 

No es la primera vez que el galés reacciona así ante una sustitución y su desplante al equipo habría acabado con la paciencia de todos en el club. Abandonó en el estadio antes del pitido final rumbo a su domicilio. El vestuario acabó muy tocado tras nueva derrota en Liga ante el eterno rival y la ausencia de Bale abre un caso aparte. Molesta y escuece por su falta de compromiso. 

Su agente la lía 

El colmo de la situación del galés viene con las recientes declaraciones de su agente, Jonathan Barnett. El representante del galés se quedó a gusto quejándose de la afición del Madrid y de los contstantes rumores sobre la salida de Bale del Real Madrid. Algo que consideró "falso".