Una foto de archivo de Julen Lopetegui y Florentino Pérez / Real Madrid

Una foto de archivo de Julen Lopetegui y Florentino Pérez / Real Madrid

Real Madrid

El origen de la desconfianza de Florentino Pérez en Lopetegui

La relación entre el presidente y el técnico estuvo marcada por el desacuerdo desde un principio

29 octubre, 2018 12:50

Julen Lopetegui estaba condenado a fracasar en el Real Madrid. Los augurios nunca le fueron favorables. Florentino Pérez se lo olió desde el principio. El mandamás blanco es perro viejo. Sabe intuir estas cosas. Lopetegui no era su hombre. No encajaba en el perfil de entrenador que requiere el Real Madrid. Pero el presidente no tuvo alternativa.

Florentino Pérez se quedó paralizado cuando Zidane anunció su dimisión. Su mirada perdida en la conferencia de prensa en la que el francés se despidió lo decía todo. Florentino estaba en shock. Enseguida se lanzó al mercado en busca de un sustituto. Primero tentó a Pochettino, pero el Tottenham impidió cualquier acercamiento. Luego llamó a Allegri, pero este también estaba comprometido con el Juventus. También tanteó a Antonio Conte, quien rechazó la propuesta para poder cobrar la indemnización del Chelsea.

El presidente blanco aún sondeó a Klopp (Liverpool) y a Nagelsmann (Hoffenheim), entre otros. Todo fueron negativas. Ante tantas adversidades, frustrado por los rechazos, Florentino decidió desmantelar a la selección española a dos días del Mundial fichando a Julen Lopetegui. El seleccionador fue un recurso de última hora. Un apaño. Y estaba condenado a salir mal.

Mal comienzo

El desacuerdo entre Florentino y Lopetegui existió desde el principio. Ambos tenían perspectivas distintas. El técnico quiso hacer público su fichaje por el Real Madrid en cuanto este de cerró. No soportó la presión de su traición a la Roja y le acabó costando el cargo. En ese momento Florentino era partidario de guardar silencio. Si se acababa filtrando a la prensa que fuese durante el Mundial, o después. No había necesidad de dinamitar a la selección.

Florentino y Lopetegui no se entendieron en su primera disyuntiva. El presidente, sin embargo, cedió y dejó que el técnico hiciera las cosas a su manera. Pero la jugada le salió mal. Sentó precedente y en adelante Lopetegui seguiría yendo a la suya, haciendo caso omiso de las recomendaciones del entorno de Florentino.

Cambios contraproducentes

El siguiente error garrafal de Lopetegui consistió en enfrentarse con Antonio Pintus, el hombre de confianza del vestuario blanco para la preparación física. El italiano era una de las caras más visibles del cuerpo técnico de Zidane. Fue uno de los artífices del buen estado de forma de los jugadores blancos en la recta final de la temporada.

Lopetegui, preocupado en el banquillo del Bernabéu / EFE

Lopetegui, preocupado en el banquillo del Bernabéu / EFE

Lopetegui, preocupado en el banquillo del Bernabéu / EFE

Pese a la marcha del francés, Pintus decidió quedarse en Madrid. Sin embargo, Lopetegui se trajo consigo a dos de sus hombres de confianza, Óscar Caro y José Conde, quienes pasaron a desempeñar las labores de la preparación física. Pintus quedó relegado a tareas secundarias, para enfado de los jugadores, quienes se entendían muy bien con él.

Demasiados frentes abiertos

Julen Lopetegui se creía que podía con todos. Incluso se enfrentó a pesos pesados de la plantilla como Modric, Kroos, Lucas Vázquez o Benzema. El donostiarra despertaba los recelos de medio vestuario. La mayoría no le querían, en especial los extranjeros. Tan solo le respetaban Sergio Ramos y el resto de internacionales españoles con quienes había trabajado en la selección. Pero eso no era suficiente.

El caso Vinícius también le enfrentó con el propio Florentino. El presidente había pagado 45 millones de euros por el joven talento hace un año y quería verle más sobre el terreno de juego. Sin embargo, Lopetegui se negó a contar con él para el primer equipo. El colmo para Florentino fue este domingo, cuando el técnico ni siquiera convocó a Vinícius después de que el Real Madrid acudiese al Comité de Apelación para que el brasileño pudiese estar en el Camp Nou.