Laporta se rasca el ojo ante la sangría de los representantes / EFE

Laporta se rasca el ojo ante la sangría de los representantes / EFE

Palco

El Barça pide 180 millones más a Goldman Sachs

Laporta pacta con el banco norteamericano ampliar el crédito de 595 millones que recibió hace un año

27 abril, 2022 14:01

La deuda del FC Barcelona con Goldman Sachs va camino de convertirse en una losa inabarcable. Y, también, en una seria amenaza para el modelo de propiedad que ha reinado tradicionalmente en el club, a cargo de los socios compromisarios. La entidad que preside Joan Laporta ha pedido un nuevo crédito de 180 millones de euros al gigante estadounidense. Un dinero que se suma al crédito de 595 millones que ya le abrieron al club hace menos de un año y que, en un principio, iba a ser de 525 millones. 

A estas alturas la entidad culé debería al banco norteamericano algo más de 2.100 millones de euros si ya se hubiesen cerrado todos los flecos del acuerdo para la construcción del Espai Barça: 1.500 millones correspondientes al crédito que se solicitó para la reforma del estadio y otros 775 kilos resultantes de sumar los nuevos 180 millones a la línea de crédito de 595 kilos que negoció Laporta con la entidad bancaria una vez regresó a la presidencia el año pasado, a fin de transformar la deuda de corto a largo plazo.

Según algunas informaciones, el Barça habría pedido ampliar el préstamo del Espai Barça a 180 millones de euros extra. Hace unos años se había incrementado en 90 millones para poder iniciar con solvencia las obras del Espai Barça, mientras que en los últimos días se ha llegado a un pacto para duplicar dicha cantidad, aplazando un año el pago de esos 180 kilos, hasta 2023.

Los plazos de pago de la deuda

La operación, recordemos, se remonta al año 2019 con Josep Maria Bartomeu al mando. Por aquel entonces, se firmó un préstamo puente de 90 millones de euros que expiraba en en verano de 2020, y que permitía empezar las obras del Espai Barça. El club extendió el plazo hasta agosto de 2021 y, posteriormente, Joan Laporta logró alargarlo hasta febrero de este año. Después de renegociar con Goldman Sachs, se ha acordado abonarlo en 2023 pero a cambio de doblar la cifra hasta los 180 millones de euros.

En lo que respecta a la deuda de 1.500 millones para el Espai Barça que se ha contraído con el fondo de inversión americano, cabe recalcar que se abonará en un total de 35 años, con una fecha límite de 2057 y un periodo de carencia de los primeros cinco años, en los que solo se pagarán los intereses de entre un 3% y un 4%. Cuando el nuevo Camp Nou esté operativo, a partir del año 2025 (según las previsiones), la estrategia del club azulgrana es generar unos 200 millones de ingresos adicionales gracias al Espai Barça, con los que se empezaría a devolver una parte de la deuda.

Recreación virtual del Espai Barça, cuyo nuevo proyecto deberá ser aprobado por Goldman Sachs / FCB

Recreación virtual del Espai Barça, cuyo nuevo proyecto deberá ser aprobado por Goldman Sachs / FCB

Recreación virtual del Espai Barça, cuyo nuevo proyecto deberá ser aprobado por Goldman Sachs / FCB

Una infraestructura potente y beneficiosa

La sección hospitality y la zona VIP podrían generar un 24% de estos 200 millones que se prevén conseguir, según consta en el plan de negocio elaborado por el área de ingresos que hasta hace unos meses encabezaba Álex Barbany, y que ahora está al frente del Área Espai Barça. Será, de hecho, el responsable de su explotación comercial para lograr el mayor beneficio posible.

El resto de los millones que se prevén ganar a largo plazo para cumplir con el montante de 200 kilos procederá del incremento en el negocio asociado a la taquilla y la restauración (22%), así como los nuevos patrocinios que se firmen. También ayudará notablemente la venta de los naming rights del Espai Barça, del estadio y del Palau (24%) a cambio de 48 millones de euros.

Imagen de archivo de Goldman Sachs / EFE

Imagen de archivo de Goldman Sachs / EFE

Imagen de archivo de Goldman Sachs / EFE

Las exigencias de Goldman Sachs

Goldman Sachs desea tener la certeza de que el FC Barcelona tendrá la capacidad suficiente como para abonar el pago de la deuda total y sus respectivos intereses, y de ahí que haya impuesto algunas. Culemanía avanzó en las últimas semanas cuáles son algunos de esos mecanismos de control. Además de la estabilidad institucional y los recortes salariales en la plantilla culé, el fondo norteamericano ha exigido disponer de un exhaustivo control interno sobre la gestión financiera del Barça, a fin de tener la seguridad de que su negocio con el club será próspero para ambas partes. Y sobre todo, para sus propios intereses.