Fort, Laporta y Reverter en el viaje de la final de Copa de 2021 / FCB

Fort, Laporta y Reverter en el viaje de la final de Copa de 2021 / FCB

Palco

Laporta contempla abrir la propiedad del Barça a terceros

Fuentes próximas a la presidencia ya están buscando posibles soluciones

6 octubre, 2021 02:51

El FC Barcelona está en una situación económica muy delicada. La junta de Joan Laporta presenta este miércoles la Due Diligence para saber el alcance exacto de la gravedad de las cuentas de la entidad. Dependiendo del estado de estos números se reabrirá un viejo debate habitual en momentos de crisis económica: la posibilidad de convertirse en una sociedad anónima deportiva (SAD).

Esta opción, impensable hace unos años, vuelve a recobrar fuerza ante los 481 millones de euros pérdidas presentadas en la temporada 2020-21 o los 1.350 millones de euros de deuda. El club, o parte de él, dejaría de pertenecer a los socios y dejaría de ser la materia deportiva la única prioridad del club. También pesaría el retorno económico.

Laporta en el palco del Wanda Metropolitano con Cerezo / EFE

Laporta en el palco del Wanda Metropolitano con Cerezo / EFE

Laporta en el palco del Wanda Metropolitano con Cerezo / EFE

El Barça dejaría de ser una entidad sin ánimo de lucro y abandonaría el selecto grupo formado por Real Madrid, Athletic Club y Osasuna. Hay varias posibilidades para sacar la entidad hacia adelante en términos económicos y Jaume Roures, avalista y próximo de Joan Laporta, los desveló recientemente.

Derrama o sociedad anónima

En una entrevista en RAC1, el propietario de Mediapro presentó la opción que sean los socios quienes salven al club de la situación actual: “Como soy antipático voy a decir algo impopular: los socios deberían aportar dinero, con una derrama o de alguna manera, para resolver el problema económico”.

Y luego Jaume Roures añadió con un “en una empresa cualquiera, si se pierde dinero son los propietarios los que lo ponen. Si en el Barça los socios son propietarios, deberían ayudar a resolver los problemas con una derrama o de alguna manera. Poner 1.000 o 2.000 euros cada socio, a cambio de alguna compensación en el futuro”.

Jaume Roures en imagen de archivo / EFE

Jaume Roures en imagen de archivo / EFE

Jaume Roures en imagen de archivo / EFE

Contempló la opción que el club se convierta en una SA, pero no total, sino que la mayoría de la propiedad la tengan los socios. Roures pone como ejemplo el modelo alemán: “El Bayern es, por ley, propiedad de sus socios en el 51%. El resto 49% participan grandes corporaciones y compañías, con unos gestores que son leyendas del club, además con preparación”. El 25% de los bávaros es propiedad de Adidas, Allianz y Audi.

Cabe ver como se acogería esta propuesta entre los socios, siempre muy orgullosos de esta particularidad del Barça. También, como podría afectar en el modelo de gestión futuro. Sin ir más lejos, solo con los avales (124,6 millones de euros), la entidad cuenta como vicepresidente económico a Eduard Romeu, uno de los avalistas. Quien pone el dinero, quiere tener el control.

¿Y los bonos Laporta?

El fantasma de convertir el club en una SAD ya apareció en la campaña electoral. Entonces, se Jaume Giró, quien debía ser el vicepresidente económico, presentó una emisión de bonos para ayudar al club económicamente. Con ellos, la entidad tendría liquidez de manera inmediata y se devolverían en cuatro años sumados a unos intereses.

Jaume Giró, responsable económico de la candidatura de Laporta | Estimem el Barça

Jaume Giró, responsable económico de la candidatura de Laporta | Estimem el Barça

Jaume Giró, responsable económico de la candidatura de Laporta | Estimem el Barça

Aunque insistieron que estos bonos no implicarían ningún tipo de propiedad, los otros candidatos lo vieron como una amenaza de perder la propiedad. Entonces, Laporta también descartó que sean los socios quienes paguen la mala situación económica: “Tenemos completamente descartado que los socios hagan una derrama”.

De momento, desde dentro el club no se ha movido ficha en ese sentido. Pese a todos los rumores, la junta directiva no quiere reconocer públicamente que convertirse en sociedad anónima es una de las opciones reales para salir de la situación actual. Ahora cabe ver si Ferran Reverter, CEO de la entidad, reconoce esa posibilidad en la presentación de la Due Diligence.