David Aganzo en un acto de la AFE / EFE

David Aganzo en un acto de la AFE / EFE

Palco

¿Quién es David Aganzo?

El presidente de la AFE es uno de los protagonistas de la guerra a tres bandas del fútbol español

10 abril, 2020 00:52

El fútbol español vive uno de los momentos más complicados de su historia reciente. Las competiciones están suspendidas hasta nuevo aviso y serán las autoridades sanitarias las que decidan cuándo se pueden reprender. No solo es importante decidir el día, sino que también es vital saber cómo se va a reanudar la Liga.

La responsabilidad de decidirlo recae en Javier Tebas, presidente del campeonato, Luis Rubiales, máximo dirigente de la Federación, y David Aganzo, mandatario de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Los dos primeros son de sobra conocidos por sus contínuos conflictos, pero el tercero había pasado más desapercibido hasta la fecha.

De más a menos

No se puede decir que Aganzo sea un desconocido, pues fue un habitual del fútbol español en la primera década de este siglo. Nacido en Leganés en 1981, se formó en las categorías inferiores del Real Madrid y llegó a ser una de las grandes promesas del país. En 1999, con solo 18 años, alcanzó uno de los mayores hitos de su carrera al ganar el Mundial sub-20 en Nigeria con la selección española. Selección que contó con futbolistas como Xavi Hernández, Íker CasillasMarchena o Aranzubía.

El presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), David Aganzo / EFE

El presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), David Aganzo / EFE

El presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), David Aganzo / EFE

El febrero del año 2000 le llegó la oportunidad de debutar con el primer equipo blanco de la mano de Vicente del Bosque. Pocos días después jugó frente al Rosenborg en los octavos de final de la Champions League, lo que le acabó dando el título de campeón de Europa. Era un delantero ágil y con un gran olfato goleador, pero quizás no el suficiente como para triunfar en el Santiago Bernabéu. Desde el 2000 y hasta 2004 fue de cesión en cesión: vistió las camisetas de Espanyol, Extremadura, otra vez Espanyol, Valladolid Levante, pero solo logró destacar en este último, con el que logró el ascenso a Primera División.

En 2004 encontró, al fin, un poco de estabilidad tras fichar por el Racing de Santander. Su rendimiento decreció con el paso de las temporadas, y en 2007 firmó por el Deportivo Alavés. Un año después llegó al Rayo Vallecano, donde exhibió su mejor versión y en 2011 sumaría el segundo ascenso de su carrera. Se marchó ese verano por sus desavenencias con la directiva franjirroja. De Vallecas pasó al Hércules y de allí, al Aris de Salónica. Tras dos temporadas en Grecia volvió al fútbol español fichado por el Lugo. Con el conjunto gallego solo pudo disputar once encuentros. A mitad de curso sufrió una lesión que le obligó a colgar las botas al final de la campaña 2014-2015.

Sucesor

Después de un par de años sabáticos, en los que logró el título de director deportivo y gestor deportivo de la Real Federación Española de Fútbol, Aganzo volvió al ruedo. Pero esta vez su terreno de juego no fueron los estadios, sino los despachos. Tras la renuncia de Luis Rubiales, se presentó a las elecciones para la presidencia de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

Luis Rubiales, presidente de la RFEF, y David Aganzo, presidente de a AFE / EFE

Luis Rubiales, presidente de la RFEF, y David Aganzo, presidente de a AFE / EFE

Luis Rubiales, presidente de la RFEF, y David Aganzo, presidente de a AFE / EFE

Arrasó. En noviembre de 2017 fue nombrado nuevo dirigente del sindicato tras lograr el 98,58% de los votos de los afiliados. Desde entonces y hasta el día de hoy, ha encabezado a la tercera organización en discordia del fútbol español. Siempre con discreción, sin querer hacer más ruido que nadie.

Fue una de las cabezas visibles de la negociación del primer convenio del fútbol femenino, que tras una huelga se acabó saldando de forma satisfactoria. Ahora tiene un papel aún más complicado: buscar que los futbolistas no se vean perjudicados por las decisiones que tome la Liga respecto a la reanudación de la competición.