Ramon Planes, en una imagen de archivo | EFE

Ramon Planes, en una imagen de archivo | EFE

Palco

Ramon Planes tiene dos ofertas para dejar el Barça

Su posición como secretario técnico con Laporta, en el aire

27 marzo, 2021 11:05

El futuro de Ramon Planes en el Barça de Laporta es una completa incógnita. Al nuevo presidente le convence el trabajo del actual secretario técnico, que durante los últimos días está teniendo un papel clave a la hora de planificar la próxima temporada junto a Ronald Koeman y el nuevo director de fúbol, Mateu Alemany. Con este último, está demostrando una especial sintonía. 

Su puesto como secretario técnico dependerá de la llegada de Jordi Cruyff, el nombre que está sonando con más fuerza para reemplazarle. No obstante, la incorporación del hijo del mítico 14 se complica por momentos. En la directiva existen discrepancias por su contrato, y el tiempo juega en contra de Laporta, que debe tratar de convencerle antes del 20 de abril, fecha en la que empieza la Superliga China. 

Ramon Planes, en la presentación de Pedri / FCB

Ramon Planes, en la presentación de Pedri / FCB

Ramon Planes, en la presentación de Pedri | FCB

En caso de que finalmente llegase Jordi Cruyff, Planes podría volver a asumir un papel más secundario dentro de la dirección deportiva, como ya sucedía cuando Eric Abidal estaba al frente. O tendría la opción de dejar el club. Y es que, según avanzó el programa Què T'hi Jugues de SER Catalunya, Planes tiene dos ofertas sobre la mesa. Una de ellas de la Fiorentina. Por tanto, su futuro dependerá de si continua como secretario técnico con Laporta o si acepta un puesto con menos responsabilidad. 

Un cargo maldito 

Y es que precisamente, el de secretario técnico es un cargo que ha estado maldito durante los últimos años en el Barça, sobre todo con Bartomeu en la presidencia. En sus últimos cinco años de mandato antes de su dimisión, pasaron por el club hasta cinco secretarios técnicos. 

Cuando llegó Bartomeu al palco del Camp Nou, el director deportivo era Andoni Zubizarreta, desde el 2010. Al mítico portero le llovieron las críticas por sus fichajes como el del Tata Martino. Se le destituyó tras la debacle de Anoeta cuando el presidente avanzó las elecciones al verano, que terminaría ganando al levantar el triplete. Con la nueva junta directiva, cogió las riendas del equipo Robert Fernández. Tuvo la difícil misión de solucionar la salida de Neymar Junior en 2017 y lo hizo con los fichajes de Ousmane Dembelé y Philippe Coutinho al que veía como interior. El primero, tres años después, está empezando a explotar; mientras que el segundo apunta a ser uno de los peores fichajes de la historia del club. Se fue en junio de 2018 tras la debacle del Olímpico de Roma.

Robert Fernández con Pep Segura en una imagen de archivo / FC Barcelona

Robert Fernández con Pep Segura en una imagen de archivo / FC Barcelona

Robert Fernández con Pep Segura en una imagen de archivo / FC Barcelona

Posteriormente, en julio de 2019 se prescindió de Pep Segura. Durante su etapa, el FC Barcelona se convirtió más en un equipo vendedor que comprador y fue duramente criticado por la elección de algunas firmas como Malcom, Arturo Vidal o Yerry Mina. Finalmente, el último en marcharse por la puerta de atrás fue Eric Abidal, perjudicado por sus polémicas con Leo Messi y por la dura derrota ante el Bayern en Lisboa. 

Eric Abidal y Ramon Planes en una imagen de archivo / EFE

Eric Abidal y Ramon Planes en una imagen de archivo / EFE

Eric Abidal y Ramon Planes en una imagen de archivo / EFE

Ramon Planes se hizo cargo de la parcela deportiva tras la abrupta marcha del francés. Y está haciendo un trabajo mucho más destacado que sus antecesores. Se enfrentó a la ardua tarea de vender a verdaderos pesos pesados como Luis Suárez o Ivan Rakitic; y reforzar al cuadro blaugrana sin prácticamente presupuesto. Un trabajo que solucionó como pudo. Se consiguió rebajar la masa salarial con la marcha de jugadores clave durante los últimos años, y se consiguió fichar a Sergiño Dest, un deseo expreso del técnico holandés. Laporta pone buena nota a su trabajo y no descarta su continuidad. Pero tampoco su salida, si finalmente llega Cruyff. Su futuro, una incógnita.