Cada vez que tiene minutos, Ansu Fati sigue demostrando que merece tener un hueco en el primer equipo del Barça. Ante el overbooking de delanteros de cara al curso que viene, su futuro es todavía una incógnita. Preocupa que con los mayores, no disponga de los minutos necesarios para seguir progresando adecuadamente. Por eso, se confía en un ascenso del filial a la categoría de plata, para que pueda combinar apariciones con ambos conjuntos. Sería la alternativa ideal.

Ansu Fati, celebrando su gol con Jordi Alba | EFE
Sin embargo, la realidad es que cada vez que tiene minutos, el de Guinea-Bisáu demuestra que está ya preparado para triunfar en el Camp Nou. Ante el Villarreal, Setién le dio la oportunidad en la segunda mitad, con el partido ya prácticamente sentenciado y el submarino amarillo dedicando todos sus esfuerzos para recortar distancias en el marcador. Y en este contexto, Ansu se mueve como pez en el agua.
Gol millonario
El extremo de solo 17 años necesitó menos de 15 minutos para cerrar la goleada azulgrana en el estadio de La Cerámica. En el minuto 87, Ansu recibió un pase al espacio de Jordi Alba. Tras controlarlo en plena carrera, se coló en el área, se escoró con la pelota hacia su derecha y probó suerte con un tiro cruzado. Este se coló entre las piernas de Albiol, que lo rozó, y superó a Asenjo. Todo, sin mirar en ningún momento a su rival, a la portería o al balón.
El guardameta no esperaba que el balón hiciera el amago de tocar en un compañero suyo, así que ya estaba vencido cuando entró al fondo de las mallas. Un tanto que el canterano celebró con mucha euforia y con su también compañero del filial, Ronald Araujo.
Con este gol, Ansu Fati volvió a hacer historia con la camiseta del Barça. Y es que su tanto significó el gol 9.000 de la historia del club azulgrana. Además, con este se convirtió en el cuarto máximo goleador del equipo esta temporada, empatado con Arturo Vidal, y solo por detrás de la MSG.
Unos números y sensaciones que no hacen sino reforzar la idea de que, el curso que viene, debe ser considerado a todos los efectos como futbolista de la primera plantilla del FC Barcelona. Con confianza y oportunidades, lo tiene todo para liderar al cuadro culé durante la próxima década. Ahora solo queda cuidarlo.