Una foto de Leo Messi durante el Barça - Getafe / FCB

Una foto de Leo Messi durante el Barça - Getafe / FCB

Primer equipo

La apatía de Messi preocupa en el Camp Nou

El argentino, muy de capa caída durante estos días, no celebró su gol pero se mostró constantemente participativo

12 mayo, 2019 22:13

Regreso obligatorio, pero con pocas motivaciones más que recuperar sensaciones de cara a la final de la Copa del Rey, en la que en caso de vence al Valencia, el Barça podría repetir doblete por segundo año consecutivo. Como si fuera poco, pero la eliminación de la Champions todavía está en la mente de todos. 

Vuelta al trabajo por obligación con la Liga sentenciada a la que Messi no falló. Dio la cara como primer capitán del equipo, no solo en el once --ya que tiene otros trofeos particulares por los que luchar-- sino también en el verde. El gol se le resistió hasta los últimos instantes del partido. En el 89 batió a Soria, pero no celebró el tanto. 

De capa caída

El esférico lo tocó Arrambarri antes de cruzar la línea de gol, pero no pareció ser el motivo. Su rostro serio y consecuente con lo ocurrido en Anfield contrastó con su constante participación en el verde. Siempre una opción, siempre dispuesto a arrancar y dirigir el ataque y, sobre todo, a marcar.

Una foto de Leo Messi durante el Barça - Getafe / FCB

Una foto de Leo Messi durante el Barça - Getafe / FCB

Una foto de Leo Messi durante el Barça - Getafe / FCB

 

El ídolo

Leo quiso reconciliarse con la grada por deuda propia. El argentino siempre tiene el perdón de la afición. No tiene que redimirse pues fue el único que brilló en la soledad en tierras inglesas. La grada coreó su nombre en distintas ocasiones y lo agradeció, pero sin festejas ni sonrisas. 

En su semblante se vio al Messi concentrado y aniquilador en horas bajas. Debilitado por la eliminación. La medicina para recuperar la alegría solo son el paso del tiempo. En concreto, dos semanas antes de viajar al Benito Villamarín para intentar alcanzar el doblete. 

La Bota de Oro la tiene asegurada y de lo que ocurra en la Copa dependerá su candidatura más o menos firme al Balón de Oro. Messi preocupa, pero su ambición es la solución.