Arthur Melo entrenando con el Barça /FC BARCELONA

Arthur Melo entrenando con el Barça /FC BARCELONA

Primer equipo

Arthur tiene dos meses para ganarse el puesto

El brasileño se enfrenta a una carrera contrarreloj por demostrar que se merece un sitio en este equipo

25 mayo, 2020 13:25

Cuando Arthur Melo llegó a Barcelona en 2018 solo tenía una cosa en mente, triunfar en uno de los clubes más importantes del mundo. Su fichaje por el FC Barcelona fue muy aplaudido y se esperaba que el brasileño fuese el nuevo Xavi Hernández, incluso el propio exjugador se quedó sorprendido al verlo en acción. No solo el catalán, Andrés Iniesta y Leo Messi también hablaron muy bien del brasileño y de sus cualidades sobre el césped. 

Pero el jugador no ha cumplido con las expectativas. Cuando aterrizó en la ciudad condal procedente de Brasil, donde jugaba en el Grêmio, se mostraba muy ilusionado y tuvo unas primeras actuaciones destacables. En 2019 se proclamó campeón de LaLiga con el Barça. Se había ganado el cariño de la afición pero eso pronto cambió. 

El brasileño Arthur, en un partido con el Barça | FCB

El brasileño Arthur, en un partido con el Barça | FCB

El brasileño Arthur, en un partido con el Barça | FCB

El brasileño comenzó a descarrilarse. Empezó a salir de fiesta e incluso recibió un toque del vestuario el pasado mes de febrero de 2019. Dos días antes de que el Barça tuviese que enfrentarse al Real Madrid el jugador acudió a la fiesta de cumpleaños de Neymar en París. Arthur reconoció poco después que había sido un error, una mala decisión que no volvería a repetirse. 

Una carrera irregular

Su carrera en el Barça está plagada de altibajos y marcada por la poca regularidad que las lesiones le han permitido mantener. Durante la campaña 2018-19 se perdió 10 encuentros. En la primera etapa de la temporada actual, se perdió seis partidos y cuando regresó sufrió una nueva lesión en el tobillo derecho. El jugador no ha vuelto a los terrenos de juego a causa de la suspensión de la competición. 

Arthur ha aprovechado el confinamiento para seguir con su preparación física. El jugador ha iniciado una preparación especial para reforzar su físico y evitar lesiones, ha mejorado su alimentación y ha comenzado clases de catalán con un profesor particular. El brasileño ha tomado medidas para demostrar que se merece un lugar en el equipo, pero es ahora cuando deberá esforzarse sobre el campo para ganarse ese sitio

Cambio de cromos

El Barça quiere a Miralem Pjanic y la Juventus de Turín no solo ha preguntado por Arthur, considera una prioridad al brasileño. La prensa italiana le sitúa cada vez más cerca de la Juventus pero su entorno niega que se estén produciendo negociaciones. El brasileño ya dejó claro que su presente y su futuro están en el Barça y ahora mismo está centrado en triunfar como azulgrana. 

En el club sorprenden las informaciones publicadas por medios italianos que aseguran que el carioca estaría más cerca del conjunto italiano al ver que Quique Setién estaría de acuerdo en un cambio por Pjanic.  El brasileño ha expresado su deseo de quedarse, está feliz en Barcelona como su propia madre ha declarado. 

Competencia interna

El brasileño tiene dos meses para afianzarse en el equipo y volver a encontrar su lugar. Se ha rumoreado con su salida y a pesar de que el club no parece dispuesto a dejar marchar a un jugador de solo 23 años, también es cierto que deberá competir con Iván Rakitic y Arturo Vidal. Ambos tienen más posibilidades de dejar el club que Arthur pero el brasileño no puede relajarse. 

Vidal interesa en el Inter de Milán, equipo donde milita Lautaro Martínez, el fichaje más deseado ahora mismo en Barcelona. El chileno sería el núcleo del proyecto de futuro de Antonio Conte para el Inter. Otro jugador con un pie fuera es Rakitic, aunque aprecia que muchos clubes perseguían al croata, parece que solo el Sevilla está verdaderamente interesado en llevárselo. 

Quedan dos meses para que demuestren quien aporta más al Barça y el brasileño tiene la ventaja de ser más joven que sus competidores, pero no se puede volver a relajar. Debe darlo todo en los terrenos de juego y esperar a que su futuro se resuelva.