Una foto de Arturo Vidal durante el partido frente al Rayo Vallecano / EFE

Una foto de Arturo Vidal durante el partido frente al Rayo Vallecano / EFE

Primer equipo

Arturo Vidal se pone las pilas para el tramo final

El chileno recuperó la titularidad y aprovechó la oportunidad de Ernesto Valverde siendo uno de los mejores en la medular

10 marzo, 2019 09:44

Ernesto Valverde lo advirtió y cumplió con su palabra. Hizo las rotaciones correspondientes ante el Rayo Vallecano para afrontrar el partido de Champions League de este miércoles frente al Olympique de Lyon con garantías. 

Y para ello encontró dos nombres que viven en la intermitencia: Philippe Coutinho, que ahondó en su crisis particular todavía más si cabe, y Arturo Vidal, un perfil tan distinto como necesario para el equipo. Y entre esas dos apuestas hubo un solo vencedor, en una cita que podrían haber sido dos: el chileno. 

Con Arthur en la medular la primera parte, el Barça no perdió la posesión y el esférico, y propuso dos roles. El de Sergio Busquets, siempre la escombra del equipo, el de Coutinho y Arthur como generadores de juego y el de Vidal como compañero de batallas del de Badía. 

Vuelve a destacar

Con una temporada algo irregular, en la que ha ido de menos a más y viceversa, el chileno volvió a ser decisivo para parar el poco juego que ofrecieron los madrileños en el Camp Nou. Tocó el balón en 116 ocasiones y acertó casi en todas con 95 pases. Además acertó en lo que se supone que debe aportar al juego azulgrana: recuperación y físico. 

Arturo Vidal jugando contra el Sevilla este fin de semana / EFE

Arturo Vidal jugando contra el Sevilla este fin de semana / EFE

Arturo Vidal jugando contra el Sevilla este fin de semana / EFE

No tuvo tanta presencia ofensiva como es habitual, pero evitó en diversas ocasiones contraataques del Rayo que le valieron aplausos sonoros de la hinchada. Recuperó once balones y frenó el juego rival con ocho entradas. Estadísticas que acompañan a las buenas sensaciones que dejó su juego con la competición europea a la vuelta de la esquina. Competición de máxima exigencia para la que llegó a la Ciudad Condal.