Messi, Piqué, Rakitic y Roberto, abatidos tras un mal arranque de Champions / EFE

Messi, Piqué, Rakitic y Roberto, abatidos tras un mal arranque de Champions / EFE

Primer equipo

Este Barça está a años luz de ganar la Champions

La falta de ideas en la elaboración y de recursos en ataque dispara las alarmas

18 septiembre, 2019 00:30

Este Barça está muy lejos de ganar la Champions. Muy, pero que muy lejos. A años luz. Necesita mejorar

La gran asignatura pendiente del equipo más poderoso y solvente de la última década en el fútbol mundial es la orejona. Conquistada tres veces desde la temporada 2008-09, en los aledaños del Camp Nou reina la sensación de que ese palmarés, aunque brillante a nivel histórico, sabe a poco.

Son muchos los que piensan que se ha desaprovechado a un gran equipo de estrellas completado por el mejor jugador de todos los tiempos. Pasan los años para Leo Messi y cada vez más parece que si él no está, este Barça no es fiable.

Fuertes en el Camp Nou, endebles fuera 

En los pocos partidos que van de curso estamos asistiendo a una preocupante metamorfosis que nos descubre a un Barça camaleónico. Capaz de arrollar a todos los rivales que se acercan al Camp Nou con solventes goleadas (5-2) pero incapaz de sumar victorias fuera de casa.

Un foto de Leo Messi durante el Borussia Dortmund - Barça / EFE

Un foto de Leo Messi durante el Borussia Dortmund - Barça / EFE

Un foto de Leo Messi durante el Borussia Dortmund - Barça / EFE

Athletic Club, Osasuna y Borussia Dortmund se han atragantado en lo que va de curso al cuadro azulgrana. Comprensibles los dos primeros casos, sorprende un poco más el flojo partido contra los alemanes.

Se esperaba la versión Champions que a tantos equipos aniquiló el año pasado, donde una sola derrota, pero muy dolorosa, truncó todos los sueños de plantilla y aficionados. Lo de Anfield fue una noche aciaga, pero pudo ser un presagio de algo más.

Inestabilidad defensiva 

El Barça de este año da excesivos signos de inestabilidad. Endeble en defensa, solo dejó la portería a cero en Alemania. Y fue gracias a una actuación magistral de Ter Stegen ante un Borussia mucho más peligroso y claramente superior al Barça.

Piqué recibe tarjeta amarilla en el Signal Iduna Park / EFE

Piqué recibe tarjeta amarilla en el Signal Iduna Park / EFE

Piqué recibe tarjeta amarilla en el Signal Iduna Park / EFE

Piqué y Lenglet sufren horrores para cerrar los espacios que encuentran los delanteros rivales. Los laterales, Semedo y el recién lesionado Jordi Alba, tampoco están fluidos.

Toscos en el medio 

Mientras que Busquets, aparentemente cómodo con el balón, no es capaz de cortar los contragolpes rivales como antaño. De Jong, desubicado, todavía está en periodo de adaptación y Arthur brilla más en defensa que en la faceta de creación.

Sin embargo, lo más preocupante es el ataque. Griezmann, el fichaje estrella, demuestra a cada día que pasa una gran intuición para ir a los espacios que contrasta con su nula capacidad para desequilibrar con el balón en los pies. No tiene uno contra uno.

Arthur lucha un balón con Thomas Delaney en Dortmund / EFE

Arthur lucha un balón con Thomas Delaney en Dortmund / EFE

Arthur lucha un balón con Thomas Delaney en Dortmund / EFE 

Escorado a la banda izquierda, como en sus inicios con la Real Sociedad, Griezmann no puede hacer de Neymar, un futbolista cuyo fichaje era polémico pero que tiene mucho más desequilibrio. Tiene regate. Y el Barça necesita habilidad en los espacios reducidos.

Sin desequilibrio en ataque 

Luis Suárez tampoco desequilibra, es un artillero y si tiene el día puede marcar dos golazos sin despeinarse, como le hizo al Valencia, pero ya no marca diferencias como antes. Solo Messi, y el jovencísimo Ansu Fati, pueden romper a los rivales. Y eso es peligroso para un equipo de posición y volcado al ataque como debe ser el Barça.

Con lo que se vio esta noche en Dortmund y lo que se está viendo en un arranque de curso marcado por las lesiones y una mala pretemporada, se extrae una conclusión clara: este Barça no está para ganar la Champions. Por suerte, aún queda mucho.

Griezmann, muy activo en defensa, suma más en repliegue que en ataque / EFE

Griezmann, muy activo en defensa, suma más en repliegue que en ataque / EFE

Griezmann, muy activo en defensa, suma más en repliegue que en ataque / EFE