Messi en un calentamiento con el Barça / EFE

Messi en un calentamiento con el Barça / EFE

Primer equipo

El nuevo Barça tiene solo tres puntos de desequilibrio

Al conjunto azulgrana le está costando crear peligro en este inicio de curso

27 septiembre, 2019 18:26

El curso no ha empezado de la mejor manera para el FC Barcelona. El conjunto azulgrana está creando muchas dudas en estos primeros partidos, especialmente en los que se disputan lejos del Camp Nou. La endeblez defensiva, la falta de ideas en el centro del campo y la dificultad para imprimir velocidad al esférico están siendo los tres defectos del equipo catalán en este arranque de temporada.

Aunque lo más preocupante es la dificultad para crear ocasiones de peligro fuera de casa. En el Camp Nou ha anotado 12 goles en tres partidos, pero lejos de su feudo solo ha logrado marcar dos en cuatro encuentros. Y es que el nuevo Barça solo tiene tres jugadores capaces de desequilibrar a las defensas rivales: Leo MessiOusmane Dembelé Ansu Fati.

El de siempre

Como ha sucedido a lo largo de la última década, la gran arma del FC Barcelona para hacer daño a sus rivales es Leo Messi. No vamos a descubrir ahora al futbolista argentino. Tiene un talento innato y es impredecible para sus rivales. Puede salir por dentro o por fuera, regatear, romper líneas, asistir y marcar. Los equipos tiemblan cuando tienen a La Pulga delante.

Una foto de Griezmann y Messi celebrando el gol del francés ante el Villarreal / EFE

Una foto de Griezmann y Messi celebrando el gol del francés ante el Villarreal / EFE

Una foto de Griezmann y Messi celebrando el gol del francés ante el Villarreal / EFE

En Granada logró cambiar ligeramente la cara al partido asumiendo responsabilidades, y frente al Villarreal lideró al equipo hasta que notó una pequeña molestia en el aductor. Las lesiones, primero en el sóleo y ahora en el muslo, le están privando de tener regularidad en este inicio de curso. Sin él, el cuadro catalán sufre.

Irregular

La segunda espada del FC Barcelona a la hora de crear desequilibrio es Ousmane Dembelé. El francés tiene las aptitudes físicas y técnicas necesarias para convertirse en uno de los mejores del mundo. Domina ambas piernas, es uno de los futbolistas más rápidos del planeta y es imprevisible para las defensas rivales. Puede salir por cualquier lado.

Una foto de Ousmane Dembelé durante el Barça - Villarreal / Twitter

Una foto de Ousmane Dembelé durante el Barça - Villarreal / Twitter

Una foto de Ousmane Dembelé durante el Barça - Villarreal / Twitter

El gran problema del extremo francés es su irregularidad. Raramente ha encadenado dos partidos a buen nivel. Es capaz de lo mejor y lo peor. Además, las lesiones le han privado de ofrecer su mejor versión en sus dos primeras temporadas en Can Barça. Tiene talento para aburrir, pero debe aprender a explotarlo.

La revelación

Nadie contaba con él, pero el futbolista más desequilibrante del FC Barcelona en este arranque de curso ha sido Ansu Fati. Ni el escenario ni el momento le han asustado. Con solo 16 años se ha puesto al equipo azulgrana a la espalda en muchos momentos y ha exhibido desparpajo, velocidad, regate y mucha inteligencia táctica.

Una foto de Ansu Fati durante el Barça - Villarreal / FCB

Una foto de Ansu Fati durante el Barça - Villarreal / FCB

Una foto de Ansu Fati durante el Barça - Villarreal / FCB

Ante el Valencia dio una exhibición, y en Granada fue el único jugador junto con Leo Messi que puso en jaque a la defensa nazarí. Se ha vuelto imprescindible para Valverde, que le ha dado la titularidad en partidos tan trascendentes como el de Dortmund. Es utópico predecir qué llegará a ser, pero es innegable que a día de hoy es uno de los mejores del equipo.

Ahora, sin MessiDembelé Ansu Fati se quedan como las únicas bazas del FC Barcelona para crear desequilibrio en el siempre complicado encuentro frente al Getafe. El equipo azulón es uno de los más sólidos defensivamente de la Liga y el conjunto azulgrana necesitará del francés y el hispano-bisauguineano para romper el entramado defensivo de los de Bordalás.