Jordi Alba, en el ojo de las críticas de los aficionados del Barças / Redes

Jordi Alba, en el ojo de las críticas de los aficionados del Barças / Redes

Primer equipo

El cabreo de Jordi Alba después de que le negaran entrar al campo

El lateral izquierdo no se cortó al mostrar su enfado en el banquillo por no jugar

3 octubre, 2021 10:45

Están las aguas removidas en Can Barça. Las crisis deportivas son terreno fértil para el desquicie y la pérdida de papeles. En el Wanda Metropolitano se pudo ver a un jugador culé especialmente molesto no solo por la derrota del equipo, sino por la falta de minutos.

Calentó, pero no jugó

Ante la incapacidad del equipo para remontar, Ronald Koeman decidió mover el banquillo para intentar darle otra cara al equipo y conseguir una reacción milagrosa. Uno de los que estuvo calentando durante casi toda la segunda parte fue Jordi Alba. El lateral izquierdo no empezó de inicio porque venía de una lesión que le había tenido apartado desde el partido contra el Bayern de Münich.

Su suplencia no fue ninguna sorpresa. Lo que llamó la atención fue que Koeman no decidiera usarlo para intentar la remontada. Alba vio cómo, tras estar calentando casi toda la segunda parte, Ansu Fati, Luuk de Jong, Lenglet o incluso Riqui Puig, eran llamados por Schreduder para entrar al terreno de juego.

Jordi Alba, en una disputa de balón contra David Silva, en el choque contra la Real Sociedad / EFE

Jordi Alba, en una disputa de balón contra David Silva, en el choque contra la Real Sociedad / EFE

Jordi Alba, en una disputa de balón contra David Silva, en el choque contra la Real Sociedad / EFE

Finalmente, el del Hopsitalet se quedó sin jugar ni un solo minuto. Su cara era un poema y se le pudo ver especialmente molesto y compartiendo su malestar e incredulidad con los compañeros y el cuerpo técnico en el banquillo al no entender la decisión de Koeman.

A pesar de su enfado, Jordi Alba se mantuvo metido en el partido durante prácticamente todo el encuentro y se le pudo ver animando a los compañeros y corrigiendo al equipo desde el banquillo.