Ousmane Dembelé celebra su gol del Barça ante el Tottenham / INSTAGRAM

Ousmane Dembelé celebra su gol del Barça ante el Tottenham / INSTAGRAM

Primer equipo

Dembelé, el rebelde que osa desafiar el modelo Barça

El francés volvió a brillar en el Camp Nou con un golazo ante el Tottenham, pero mantiene el foco sobre él por sus constantes episodios polémicos

13 diciembre, 2018 21:22

Ousmane Dembelé representa a la perfección la pugna entre el compromiso y la inmadurez. Dos caras tan opuestas como reales en el deporte de élite, donde críos viven vidas adultas en mentes y cuerpos de adolescentes. El francés es una broma de mal gusto fuera del terreno de juego y una pesadilla para sus rivales cuando decide sacar a relucir una calidad que escasea en Europa.

Frente al Tottenham volvió a deslumbrar al Camp Nou y a Europa con un gol digno de una futura promesa que lucha contra sí misma para ponerse más trabas en un camino que nunca es fácil. La descripción gráfica de todo aquello que un deportista no debe ser, pero qué es y, a pesar de ello, mantiene su rendimiento. Un mensaje equívoco para millones de niños que se fijan y relacionan los resultados en el verde con la vida extradeportiva de unos pocos elegidos.

Los interrogantes 

Con tan solo 21 años, se augura una prometedora carrera para el Mosquito, pero quien sabe si correrá la misma suerte que en su día tuvieron Ronaldinho --amante de las fiestas y la noche de Castelldefels--, Romario, Kubala, Deco o incluso Eto'o.  

Dembelé celebra su gol frente al Tottenham / EFE

Dembelé celebra su gol frente al Tottenham / EFE

Dembelé celebra su gol frente al Tottenham / EFE

Dembelé es la antítesis del sacrificio y el esfuerzo, al menos, en cuanto la vida privada afecta a su profesión. Los valores del club catalán están en juego, así como la credibilidad de una entidad que basa su institución en la cantera, la disciplina táctica y la constancia desde niños.

¿Fortuna o calidad única?

Los más escépticos opinan que todavía queda mucho por ver y así es, tras tan solo un año y medio de azulgrana, pero sus destellos enamoran a unos y sus cantadas desesperan a otros. El fútbol siempre invita al resultadismo, pero la realidad es que el Barça es la excepción. Una afición que no concibe títulos sin buen fútbol ni en sus peores crisis, Dembelé es el patrón opuesto al modelo Barça. 

Dembelé se mimetiza entre el toque, la posesión, la tranquilidad y la paciencia para la elaboración y el gol con su velocidad, potencia y libre albedrío. Un fútbol que tiene cabida en cualquier parte del mundo, especialmente para un extremo, pero no en un club con un estilo muy marcado e innegociable. 

¿Hasta cuándo?

Su gol frente al Tottenham es un ejemplo perfecto de su anarquía en una pirámide en la que reina Leo Messi. Hasta ahora, 20 partidos y nueve tantos le avalan, pese a sus pérdidas de balón, malas decisiones y la evidente falta de adaptación que ha marcado su inicio de temporada. Su gol frente a los Spurs le salvó de un castigo público del barcelonsimo --tras conocerse su ausencia en el entrenamiento del domingo-- que se vio obligado a despedir al joven entre aplausos. Un mensaje contradictorio, pero que la grada azulgrana no pudo evitar. 

Hasta ahora, como revulsivo o titular, más o menos ha cumplido. Su potencial es la moneda de cambio que ofrece al club para que le dé continuidad, pero más vale que la fortuna no se le acabe. En un equipo lleno de suplentes deslumbró contra los ingleses, como también hizo con los titulares en Anoeta, en Zorrilla o en el Camp Nou frente al PSV cuando el equipo no carburó. Dembelé desafía a toda lógica conocida en la última década en el Barça que solo tiene dos finales que él mismo elegirá; la de un extraterrestre incomprendido camino a un éxito particular o la crónica de una muerte anunciada.