Una foto de Ernesto Valverde durante un entrenamiento del Barça / FCB

Una foto de Ernesto Valverde durante un entrenamiento del Barça / FCB

Primer equipo

Los despreciados por Valverde en el Barça

El técnico azulgrana tiene claro cual es su columna vertebral del equipo y los fichajes de invierno quedan especialmente señalados

22 febrero, 2019 20:26

Ernesto Valverde es un hombre de ideas fijas. El año pasado pecó de conservador y jugó toda la temporada con un once muy similar del que apenas se movió. Bien es cierto que la lesión de Dembelé condicionó su planteamiento, así como la llegada de Coutinho, pero pese a dar un paso al frente en ese sentido en su segundo año en el banquillo del Camp Nou, las cosas no han cambiado en exceso. 

La plantilla se ha reforzado y mejorado ostensiblemente respecto al año pasado, pero el Txingurri tiene toda su confianza depositada en los hombres con los que entró al mando del equipo y aquellos que él mismo ha pedido para reforzar el equipo, a excepción de Arthur Melo, quien le acabó sorprendiendo. 

Malcom, el caso más sonado

El caso del brasileño es de una rareza descomunal. Es el suplente de oro del Barça y a su vez, el que más ha brillado en sus escasas apariciones. Su intermitencia es una incógnita sin resolver en el Camp Nou y es que, cuando aparece y consigue desplegar su calidad, Valverde siempre le relega de nuevo a la sombra del banquillo. 

Suárez, Malcom, Coutinho y Arthur en la celebración del gol contra el Real Madrid (1-1) / FC BARCELONA

Suárez, Malcom, Coutinho y Arthur en la celebración del gol contra el Real Madrid (1-1) / FC BARCELONA

Suárez, Malcom, Coutinho y Arthur en la celebración del gol contra el Real Madrid (1-1) / FC BARCELONA

Hoy por hoy es el suplente que tiene más posibilidades de disputar minutos, pero todos con cuenta gotas y en casos de extrema necesidad, como la ausencia de Messi en el once inicial de Copa ante el Real Madrid.

Murillo y Boateng, ¿para qué vinieron?

Los fichajes de invierno son los que, hasta ahora, han sido más castigados por el técnico azulgrana. Juegan en desventaja por tener que adaptarse a un juego muy peculiar y definido y, para colmo, se suma su situación de temporales. Llegaron con el cartel de por si acaso a un club que sabe que una vez finalice la temporada, les dará las gracias y la carta de despido. 

Con la recuperación de Samuel Umtiti, que ya ha vuelto a entrar en la convocatorias, pero todavía no ha pisado el verde vestido de corto, se han apagado todas las esperanzas de Jeison Murillo de poder dar descanso a Gerard Piqué en algún momento. Fue el tapado de la secretaría técnica durante semanas, pero parece ser que su rendimiento no ha sido el esperado y los minutos escasean en esa posición. Incluso se habla de Todibo como una opción real de aquí a final de temporada por delante del colombiano. 

Boateng, en la misma dinámica

Una situación muy similar a la que vive Prince Boateng, pero con un escenario muy distinto. El ghanés firmó con el club catalán consciente de su rol –suplente de Luis Suárez– pero apenas ha tenido protagonismo. Ni siquiera en el banquillo. Ha jugado dos partidos desde que llegó en enero –de más o menos– y Valverde no le ve como un posible revulsivo para dar descanso al uruguayo en un momento de la temporada en que su rendimiento está en el aire. 

Los futbolistas del Barça Jeison Murillo y Prince Boateng siguen una jugara de Leo Messi durante un entrenamiento / EFE

Los futbolistas del Barça Jeison Murillo y Prince Boateng siguen una jugara de Leo Messi durante un entrenamiento / EFE

Los futbolistas del Barça Jeison Murillo y Prince Boateng siguen una jugara de Leo Messi durante un entrenamiento / EFE

Ya son dos convocatoria consecutivas en la que prescinde del delantero y no hay nada que apunte a una mejora en su situación. Todo parece que acabará como con Denis Suárez o Munir, en quienes nunca llegó a confiar y acabaron en la grada y saliendo por la puerta de atrás.

Son los castigados de un entrenador que tiene las ideas claras. La cantera también se le resiste y más a estas alturas del curso. No quiere tomar riesgos y para él, estos jugadores suponen tomar más de uno.