Griezmann celebra junto a Leo Messi su gol ante el Villarreal | EFE

Griezmann celebra junto a Leo Messi su gol ante el Villarreal | EFE

Primer equipo

El día en que Griezmann emuló al inimitable Messi

El delantero francés batió a Asenjo con un gol que hubiera firmado el '10'

8 julio, 2020 01:09

Antoine Griezmann fue una de las muchas noticias positivas del partido del FC Barcelona en Villarreal. El delantero francés completó su mejor partido como azulgrana. Se asoció con sus compañeros, estuvo muy activo y entró en contacto con el balón constantemente. Redondeó su actuación con un auténtico golazo de vaselina que bien habría podido firmar Leo Messi.

El ariete galo ya estuvo cerca del tanto cuando Pau Torres se introdujo el balón en su propia portería en los primeros minutos. Luego no dejó de intentarlo hasta que, cerca del descanso, su rendimiento se vio recompensado. El 10 le dejó un balón franco en la frontal, pero nadie imaginaba que Grizou haría lo que hizo.

Sin mirar siquiera la posición de Asenjo, el delantero picó el balón y le dio una trayectoria perfecta. El guardameta del Villarreal se estiró de forma estéril y el esférico acabó entrando tras impactar previamente en el larguero. Fue, sin duda, su mejor gol desde que llegó al FC Barcelona el verano pasado.

Made in Messi

El tanto de Griezmann recordó al que anotó Leo Messi en el Villamarín frente al Betis hace poco más de un año. De hecho, fue prácticamente calcado. El delantero argentino también probó con una vaselina desde cerca de la frontal, sorprendió a Pau López y el esférico entró tras rozar el travesaño.

La única diferencia fue la posición, parecida pero no igual. El 10 estaba dentro del área y más escorado a la izquierda cuando soltó el disparo, mientras el ariete francés estaba en la media luna del área pero algo más centrado. La posición de Griezmann era más propicia para el tiro, aunque no para intentarlo de esa forma.

Sea como sea, tanto el gol de Leo como el de Antoine son para quitarse el sombrero. Hay pocos jugadores en el mundo a los que se les ocurriría probar la vaselina desde tan lejos. Y aún son menos los que lograrían colocar bien el disparo y batir al portero.